El grupo político-económico que se apresta a gobernar Puebla, encabezado por prominentes personajes de la comunidad libanesa poblana, apoyada por el grupo Atlacomulco, también se dice por la familia Slim, va a tener que esperar o recomponer sus escenarios, ante la iniciativa que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum prepara para evitar la reelección de senadores, diputado federales, locales, alcaldes y concejales.
El golpe fue un “gancho al hígado” para el grupo que se apresta a hacer de Puebla capital, su negocio personal y veían el periodo que está por comenzar como la plataforma ideal para, luego de seis años, abordar el barco de nueva cuenta a Casa Aguayo, haciendo a un lado al “armentismo”, quien, también hay que decirlo, carece de figuras dentro de su grupo para pelear en el 2030.
Insaciables, el periodo en que han disfrutado de “las miles del poder” y hecho todos los negocios posibles, no les parece suficiente y la plataforma ideal era, gobernar tres años Puebla capital y luego otro tres, para después ir por la gubernatura.
La aventura tenía su sustento en la reforma aprobada el 9 de febrero de 2014, en el periodo del entonces presidente Peña, para, según ellos, impulsar la “profesionalización” de senadores, diputados, presidentes municipales, etc, etc, y que pudieran dar mejores resultados en el desempeño de sus funciones, cosa que no fue así.
Hoy, la presidenta electa de México ya se dio cuenta que esta reforma aprobada hace 10 años solo ha servido para enquistar grupos de poder, fortalecer los diferentes cacicazgos locales y sobre todo provoca problemas internos a Morena, por el hecho de que evita que surjan caras nuevas, otros liderazgos.
Es por este hecho que, como lo comenté la semana pasada, ya se envió a la secretaría de Gobernación, la iniciativa correspondiente, la cual forma parte de un paquete en el cual se contempla entre otras cosas, el también elevar a obligatorio el apoyo a las mujeres a partir de los 60 años, entre otros.
Una vez aprobada esta reforma, ya no habrá posibilidades de que las nuevas autoridades recién electas el pasado 2 de junio, puedan reelegirse en el 2027, como era la intención de quien será el nuevo presidente municipal de Puebla, para luego buscar la gubernatura en el 2030.
Ahora su camino y el del grupo de intereses económicos que lo acompaña, deberá de buscar nuevas alternativas, una diputación federal, una local, que se ve complicada porque el grupo que también se apresta para tomar el poder en el estado, también tiene la intención de seguir gobernando seis años más.
Lo que sí es seguro, es que van a seguir gobernando a través de interpósitas personas, para después tratar de ir por la gubernatura, la ruta ya está trazada, solo que ahora se tendrá que hacer de otra manera. A ver si les alcanza.
Ariadna Ayala, la tercera mejor presidenta municipal de México. Este lunes, la empresa Consulta Mitofsky, que encabeza Roy Campos, dio a conocer los resultados de su más reciente estudio de opinión, sobre las mejores administraciones municipales de nuestro país.
La agradable sorpresa fue ver la aparición de la presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Ayala Camarillo, quien aparece en el tercer lugar entre las alcaldesas del país y muy cerca ya de entrar en el top ten, en su desempeño al frente de los destinos de Atlixco.
Ayala Camarillo, como ya lo mencioné, en una anterior entrega, es una mujer a seguir y sin duda uno de los personajes con mayor proyección en el futuro.
Chumacero en la transición. Este lunes, Rodrigo Abdala presentó a otro bloque de personajes que estarán a cargo de la transición en Puebla, por parte del equipo del gobernador electo, Alejandro Armenta.
Entre los nuevos nombres dentro de la transición se encuentra el de Edgar Chumacero, quien será el secretario técnico de la comisión de Bienestar y Salud.
Edgar es un buen perfil, un hombre que se ha preocupado por prepararse y responder a la exigencia que significa trabajar con un hombre como lo es el gobernador electo, Armenta.
Enhorabuena para Edgar y buen nombramiento.
Un “media cuchara”. Es triste ver como existen “periodistas” que se prestan a hacerles el trabajo sucio a políticos para responder a los comentarios vertidos por otros periodistas.
Ya que recurren a este tipo de situaciones, ojalá lo hagan a través de verdaderos “pesos completos” y no medias cucharas, porque así la verdad da flojera contestarles, porque hacerlo “achaparraría”.
Desafortunadamente, hoy hay más políticos y empresarios metidos en el periodismo, que verdaderos periodistas.