La democracia mexicana atraviesa por una etapa sumamente peligrosa, el pasado 2 de junio la voluntad de casi 36 millones de mexicanos fue acabar con los tan necesarios equilibrios en el ejercicio del poder, tanto a nivel nacional como local.
La grave crisis por la que atraviesan el resto de los partidos políticos, la supuesta o presunta oposición, dejan en claro que Morena y sus futuros gobernantes, Claudia Sheinbaum en el caso del país y Alejandro Armenta en el caso de Puebla, sientan precedentes peligrosos, pues hemos quedado en manos de la buena o mala voluntad de cada uno de ellos.
El PRI y su despreciable dirigente nacional, Alejandro Moreno, han firmado la sentencia de muerte de este instituto político, al alterar sus documentos básicos, para permitirle su reelección y mantenerse al menos, otros 12 años más al frente del tricolor. ¿Quién en su sano juicio va a volver a votar por este partido en manos de este infame personaje? Nadie.
El PAN, a nivel nacional, tampoco parece querer superar su crisis y se aferra a la misma fórmula, a la misma dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés, al cual le ratificaron también este fin de semana todo su apoyo los 32 comités estatales del albiazul, mismos que están en manos de sus incondicionales.
La oposición no solo está moralmente derrotada, sino también desarticulada y sin credibilidad electoral, lo cual favorece al actual régimen, quien puede hacer prácticamente lo que quiera, cuando quiera y como quiera.
La presidenta electa Sheinbaum y el gobernador electo, Armenta, pueden gobernar como quieran, hacer lo que quieran, aprobar lo que quieran y nadie les puede decir prácticamente absolutamente nada, estaremos a la buena voluntad de sus personalidades, sin más, ni menos.
Sin contrapesos en las cámaras y próximamente sin tampoco contra pesos en el poder judicial, la voluntad de una sola mujer y de un solo hombre, gobernarán las vidas de casi 130 millones de habitantes en el país y de casi 6 millones de poblanos.
Los únicos contrapesos que se advierte tendrán estos personajes en el camino, al menos así se advierte inicialmente, son, en el caso de Sheinbaum, el presidente López y en el caso de Armenta los otros grupos al interior de Morena, quienes comienzan a prepararse por increíble que parezca rumbo al 2030.
Con una oposición totalmente derrotada, sin organismos ciudadanos fuertes y los otros dos poderes alineados al ejecutivo, reitero, México y Puebla están a la buena voluntad y el buen criterio de quienes se aprestan a gobernar el país y el estado.
Lo más preocupante es que no se ve en el corto plazo, que la oposición pueda recomponerse o que surja algo que pueda provocar los equilibrios suficientes.
Como dijera el clásico, “veremos y diremos”.
La muerte del PRI. El pasado viernes en el capítulo No. 37 de la Clase Política que se transmite los miércoles y los viernes a través de las plataformas de X, Facebook y Youtube de Telebyn, el periodista, Carlos Macías Palma, pronosticó para el 2030, la muerte del Partido Revolucionario Institucional, el cual se fue quinto lugar de las preferencias electorales en el pasado proceso electoral del 2 de junio.
Parecía exagerada la afirmación de Carlos al señalar esta la fecha de extinción del PRI, partido el cual sobrevivió a la pérdida de la presidencia de la República en el 2000 y 12 años después recuperó el poder, para volverlo a perder en el 2018.
Sin embargo, luego de lo que ocurrió el pasado fin de semana, cuando Alejandro Moreno (Alito) y su pandilla modificaron los estatutos de este partido para reelegirse y mantenerse en el poder 12 años, no tengo la menor duda de que Macías no se equivocó y sin duda en el 2030, este partido podría perder el registro, tal y como ya ocurrió con el PRD. Réquiem por el que alguna vez fue el “partidazo”, el partido hegemónico en este país.
Una puntada, lo de Lalo Rivera. Como una auténtica puntada es como debe de leerse y entenderse la supuesta intención del ex candidato del PAN a la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, de luchar por la dirigencia nacional del PAN.
Lalo sabe que no tiene la menor oportunidad de ganar en una interna panista, debido a que el actual dirigente nacional del albiazul, Marko Cortés, tiene el control de los 32 comités estatales del albiazul en el país.
La verdadera intención de Eduardo parece ser el buscar negociar con Cortés, el que su hijo político y hechura, el todavía edil capitalino, Adán Domínguez, se quede con la dirigencia estatal del PAN en Puebla, pese a la oposición de muchos panistas que prefieren como su nuevo dirigente a Mario Riestra o en su defecto al aún presidente municipal de San Andrés Cholula, Mundo Tlatehui.
Lo de Lalo presidente nacional del PAN es una verdadera puntada y así es como debe de tomarse.
El reportaje. Este día no te pierdas la primera parte del reportaje elaborado por su servidor, en donde exponemos en Primera Plana Puebla, como puede y va a cambiar la vida de los habitantes de la junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa, cercana a la presa de Valsequillo, al nororiente de la ciudad de Puebla, ante la entrada en vigor de la nueva Ciudad Universitaria 2, en el próximo mes de agosto
Como todo en la vida, hay cosas a favor, pero también cosas en contra. No te lo pierdas.