De manera sutil, sin que se sintiera como una obligación, a la mayoría de los 16 nuevos diputados federales de la 4T les pidieron que apoyen la propuesta de que el exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila, se convierta en el próximo coordinador parlamentario de Morena en San Lázaro.
Es decir, que ocupe el lugar que actualmente ostenta –hasta el 31 de agosto— el poblano Ignacio Mier Velazco.
Al final de cuentas les “tiraron línea”, tal como se conoce en el lenguaje político la disposición de orientar –de manera uniforme– un apoyo mayoritario a una determinada decisión y se perciba, ante la opinión pública, como un comportamiento espontáneo de los legisladores.
Tal petición ocurrió en el marco de dos reuniones que tuvieron este jueves los nuevos legisladores de la 4T, tanto locales como federales, con las dos figuras políticas centrales de Puebla: el gobernador saliente Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el mandatario entrante Alejandro Armenta Mier.
Los conclaves ocurrieron en el Centro Integral de Servicios de la Vía Atlixcáyotl y destacó que, en ambos encuentros, se le dio un papel muy relevante a Liz Sánchez, la nueva senadora emanada del Partido del Trabajo; que contrastó con la ausencia de Ignacio Mier Velazco, quien ocupó el primer lugar de la fórmula de los candidatos a la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Ambas reuniones fueron presididas por igual entre Armenta y Salomón, como parte de la transición que ya arrancó hace un par de días para cerrar el actual sexenio y abrir paso al nuevo gobierno.
Por ende, la petición de apoyar a Ricardo Monreal como nuevo líder parlamentario se hizo a nombre –por igual– de Salomón y de Armenta.
Aunque se percibe que el final es una muestra de gratitud y lealtad de Alejandro Armenta hacia Ricardo Monreal, como parte de una estrecha relación que nació en el Senado de la República, en donde los dos fueron parte de la misma bancada de Morena y de la facción monrealista.
El crecimiento político de Armenta en la 4T, luego de que dejó al PRI en donde tuvo una militancia de más de 24 años, se debió en mucho a que en el Senado el legislador poblano fue cobijado por Monreal, para bien y a veces para mal.
Esa cercanía de Armenta con Monreal le permitió al primero no ser un legislador del “montón”, ya que estuvo en el centro de la toma decisiones de la bancada morenista e incluso, le permitió presidir la mesa directiva del Senado, una actividad que le ayudó a crecer en presencia mediática, en la etapa previa a obtener la candidatura al gobierno de Puebla.
Ricardo Monreal es un personaje peculiar, polémico, impredecible.
En algunas ocasiones se ha destacado por su capacidad conciliatoria a favor de la 4T. Se le considera como un muy buen negociador político.
Pero también a veces se le ha percibido como alguien que puede traicionar y jugar, de manera perversa, a defender por igual los intereses de la 4T y de detractores del movimiento obradorista.
Siempre ha querido fungir como “un puente” entre la oposición y el movimiento obradorista. Situación que, a lo largo del sexenio actual, en ocasiones lo hizo brillar y en otras tantas, complicar la discusión de temas legislativos de alta relevancia.
Por todo este comportamiento de Monreal, el poblano Alejandro Armenta a lo largo del actual periodo gubernamental tuvo etapas de cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador y a veces, parecía que no estaba entre los legisladores consentidos por el obradorismo.
En contraste con Ignacio Mier que, por su papel de coordinador parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, siempre se le vio presente en Palacio Nacional, situación que aprovechó el político poblano para manipular esa situación y hacer creer a muchos de que “era el consentido del presidente López Obrador”, algo que siempre fue mentira.
El tiempo acomodó todo: Armenta derrotó a su primo Ignacio Mier en la lucha por la candidatura de Puebla, ganó el gobierno del estado y es el poblano más cercano a Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta electa.
A diferencia de Mier que perdió la candidatura al gobierno del estado, estuvo borrado de la reciente campaña electoral de Morena y es sabido que no es del agrado de Claudia Sheinbaum. Camina a ser –en el próximo sexenio— un senador del “montón”.