El anuncio del equipo de campaña de Alejandro Armenta deja en claro que su principal objetivo es el de la inclusión y el control de daños ante los nombramientos de candidatos a diputados y alcaldes.
Como en botica, hay de todos tamaños, colores y sabores. Hay operadores de alto calibre, figuras decorativas y también pipitilla.
Aunque ni están todos los que son, ni son todos los que están.
Se debe leer entrelíneas para entender que, entre los muchos nombres anunciados, hay algunos que destacan por su cercanía y confianza del candidato, sobre los que provienen de los compromisos naturales de campaña.
En una próxima entrega hablaremos de los verdaderos pilares de la campaña, por ser personajes que realmente pertenecen al círculo cerrado del candidato. La burbuja pues.
Incluso, hay nombres que, sin estar en la lista, serán operadores clave en estos dos meses y seguramente serán los hombres y mujeres de poder en el eventual gabinete, en caso de ganar el primer domingo de junio.
Pero vayamos a la sonada revelación de Marcelo García Almaguer al equipo armentista, ya que este nombramiento no es un asunto menor.
Hablar de Marcelo no es hablar de un morenovallista más, se trata de uno de los más influyentes asesores de Rafael, quien lo mismo se encargó de bombardear a los medios incómodos para tratar de desaparecerlos, que de las campañas negras contra los enemigos de su entonces patrón y amigo de juventudes.
Marcelo es el mismo que en los tiempos del Grupo Finanzas, mandó una tarjeta navideña a los medios en donde aparecía en una fotografía regañando a un perro, haciendo un símil grotesco de la relación entre el “comunicólogo” con los medios.
Cómo olvidar que Marcelo fue el creador del llamado Three Pack que no era otra cosa que decretar la muerte de los medios críticos por inanición.
Fue así como convenció al Señor de los Cerros de ordenar tanto al alcalde Eduardo Rivera, como al rector Enrique Agüera de cancelar cualquier convenio de publicidad, para así desaparecer las voces y plumas incómodas.
Pero la persecución no paró ahí, la víscera de Marcelo lo llevó a despedir personal de Sicom por identificar amistad de algunos con los medios que consideraba enemigos.
Una cacería despiadada que describe a la perfección la personalidad de este personaje y que era el reflejo de la mente macabra de Rafael y varios más de su equipo.
Por si fuera poco, por encargó de Rafael, fue Marcelo quien dirigió la campaña negra en la elección de Martha Erika Alonso contra Luis Miguel Barbosa y todos los candidatos de Morena, incluido Alejandro Armenta.
De ahí que el arribo de Marcelo no sea un asunto menor, sino la llegada de un personaje oscuro a un equipo que hasta el momento se mantenía compacto.
Si bien es cierto, que todos podemos reflexionar y mejorar como personas, hay quienes ni volviendo a nacer.
Retomando el pasaje del perro y la tarjeta navideña, yo usaría aquel refrán popular que reza: “perro que come mierda… aunque le quemen el hocico”.
Ni más, ni menos.