Ahora sí, ya a nadie le quedan dudas, el alcalde capitalino, Eduardo Rivera Pérez, va por la candidatura del Frente Amplio a la gubernatura de Puebla, cobijado por las tres fuerzas políticas que lo conforman, pero también y principalmente con un amplio respaldo de la sociedad civil, la cual ve en el panista al mejor prospecto para poder derrotar a Morena en el 2024.
Cobijado por más de 10 mil personas que abarrotaron el centro de espectáculos GNP Seguros, en el norte de la ciudad, el edil capitalino se dijo listo para, si la gente lo pide, abanderar a la oposición y buscar la gubernatura de Puebla, algo que ya la mayoría sabía, pero que no había dicho públicamente, nuestro personaje en cuestión.
“Si ustedes quieren que me la juegue por un mejor Puebla y por un mejor México, saben que cuentan conmigo. ¡Estoy listo, Puebla! Me pongo en sus manos. Contigo es posible, contigo y con rumbo, contigo lo lograremos”, sentenció, arengando a las más de 10 mil almas que comenzaron a clamar “¡Lalo gobernador, Lalo gobernador!”.
“Que chingón evento, Lalo, te necesito para ganar Puebla”, le masculló al oído la representante del Frente Amplio a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez, quien miraba gratamente sorprendida la concentración del panista, mientras le levantaba la mano a Eduardo y su esposa.
Marko Cortés y el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, sonreían y se tomaban la foto, también quisieron ser parte de la fiesta albiazul, mientras en el GNP sonaba una y otra vez el coro, “¡Lalo gobernador!, ¡Lalo gobernador!, ¡Lalo gobernador!”
Las famosas “naranjitas”, las empleadas del servicio de recolección de basura de la ciudad, se apresuraron a bajar del segundo piso para tomarse la foto con Eduardo, quien se dejó apapachar por muchos de los presentes, que buscaban saludar al hombre que, ya no hay dudas, encabezará a la oposición en el 2024 y con muy buenas posibilidades de alzarse con el triunfo.
Cuentan que, en el calor de las felicitaciones, Xóchitl Gálvez le preguntó a Marko Cortés: —Oye, ¿y quién para la capital?
La respuesta de Cortés no se hizo esperar: —El güerito ese que está por allá, se llama Mario Riestra.
Pero de regreso al tema de Eduardo Rivera, muchos dudaban de que el edil capitalino se fuera a destapar durante este evento, pero, finalmente, el alcalde tomó la decisión y lo hizo con una firmeza y con un entusiasmo que, sin lugar a dudas, lanza un fuerte mensaje para quienes serán sus adversarios que buscan minimizar sus números.
Ya lo he comentado en anteriores entregas, Eduardo representa una verdadera amenaza para los morenistas, pues sin hacer el despilfarro en que han incurrido otros, Rivera mantiene niveles de posicionamiento más que aceptables y es bien visto, es calificado como una persona honesta en la mayor parte de sus sondeos de opinión.
Hay quienes incluso sostienen que el hecho de que Eduardo Rivera se haya destapado obliga necesariamente a Morena a ir en Puebla con su candidato más competitivo. El problema es ¿y quién es el candidato más competitivo dentro del oficialismo?
Al alcalde capitalino se le vio jovial, en excelente forma física, pero, sobre todo, echado para adelante, con el respaldo de la clase empresarial, del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez, quien fue sentado en primera fila y de personajes que antes estuvieron dentro de la burbuja morenovallista y que hoy se mantienen leales al panismo, como Jorge Aguilar Chedraui y Javier Lozano Alarcón.
El ambiente, sin lugar a dudas, dentro del informe del único hombre que ha sido dos veces presidente municipal en la historia moderna de Puebla, fue también un mensaje para todos aquellos que aseguran que Morena, hasta con un burro gana o que creen que basta solo con abrir la cartera y volcar los apoyos a favor de alguno de los aspirantes.
Eduardo Rivera ya levantó la mano y la respuesta por supuesto que superó, y por mucho, lo que se esperaba. El mensaje ha sido claro, ahora vamos a ver, del otro lado, cuál es la respuesta.
El informe de Nacho
Otro cuyo informe fue todo un éxito, fue el del presidente municipal de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos, hijo del coordinador de los diputados federales de Morena y aspirante a la candidatura a la gubernatura, Ignacio Mier Velazco.
Nacho chico fue cobijado por miles de personas simpatizantes suyos y de su padre, quienes respaldaron el trabajo del joven edil, quien se ha convertido en uno de los 10 mejores alcaldes de la entidad, a pesar de que, en su momento, vivió con la presión encima que ejerció en su contra el fallecido gobernador Miguel Barbosa, quien trataba de frenar a Nacho en su intento de ser el candidato de Morena a la gubernatura.
Tras la muerte del mandatario, Nacho Mier Bañuelos se ha logrado establecer como un buen presidente municipal, que le ha sabido dar respuesta a las necesidades de su población, pero, sobre todo, como un gran activo para su padre, quien lucha con todo para lograr la tan ansiada candidatura.