Si pregunta usted a los simpatizantes de cada uno de los aspirantes de Morena al Gobierno del estado qué tan buena es la relación que estos tienen con la coordinadora nacional de los comités de defensa de la cuarta transformación, Claudia Sheinbaum Pardo, todos tratarán de encontrar un lazo de unión para afirmar que es lo suficientemente buena para influir a su favor en el desarrollo de la contienda de gobernador.
La visita de Sheinbaum a Puebla del sábado pasado exhibió esa necesidad primitiva de los aspirantes a un cargo de elección popular por rendirle honores a la monarca y conseguir a como diera lugar una selfie que, en teoría, garantizara el acceso al olimpo anhelado.
Todos y todas sin excepción estuvieron a la caza de la virtual candidata presidencial ese día en el Centro Expositor para expresarle, con palabras, un gesto o un abrazo, que nunca dudaron de su capacidad para ganar la contienda interna nacional y que desde Puebla le apoyaron en todo momento para que lograra el triunfo.
Ese fenómeno de falsa camaradería obliga a desconfiar de los aspirantes que afirman ser cercanos a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.
No obstante, a partir de la observación de hechos concretos pueden obtenerse conclusiones más serias y certeras.
Vea el caso de Olivia Salomón Vibaldo.
La exsecretaria de Economía no lo presumió, pero tuvo un papel protagónico en los dos acontecimientos públicos en los que participó Sheinbaum el sábado.
Salomón, una de las cuatro propuestas realizadas por el Consejo Estatal de Morena para participar en la encuesta que definirá su candidato a gobernador, fue una de las responsables de escoger a los integrantes de la sociedad civil que firmaron el llamado Acuerdo de Unidad para la Transformación, que tuvo a Sheinbaum y al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina como testigos principales.
Olivia Salomón pudo elegir a las personas que subieron al presídium.
Un caso evidente fue el del empresario Javier Pacheco Pensado.
El hijo del exgobernador Guillermo Pacheco Pulido estuvo en un sitio de privilegio mientras otros aspirantes intentaron colar sin éxito a alguno de sus invitados.
Eso mismo hizo la exservidora pública con el resto de los representantes sociales convocados a la firma.
Pero no solo tuvo una participación relevante en el evento del Centro Expositor.
Olivia Salomón fue la promotora del IX encuentro oficial del Grupo de Puebla que trajo ese fin de semana al estado, entre otros personajes representativos de la izquierda en América Latina, a los expresidentes Ernesto Samper, de Colombia, y Evo Morales, de Bolivia.
El líder de este autodenominado Grupo de Puebla se llama Marco Enríquez y es amigo personal de la aspirante a gobernadora.
El segundo acto público al que acudió Sheinbaum el sábado fue precisamente este encuentro internacional celebrado en el Barroco.
La ex jefa de Gobierno llegó al inmueble de la zona de Angelópolis flanqueada por Mario Delgado Carrillo, Gerardo Fernández Noroña y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que elogiaron la existencia de un foro de esa naturaleza en tierras mexicanas.
Sin hacer aspavientos y en silencio, Salomón Vibaldo fue una eficiente anfitriona política de la coordinadora nacional de los comités de defensa de la cuarta transformación este sábado, en colaboración con el mandatario poblano.
Revisado lo anterior, habrá que preguntarse si es posible que la exsecretaria de Economía de la administración estatal sea más cercana a la exjefa de Gobierno de la capital del país de lo que se ha creído hasta ahora.
Es posible.
X: @jorgerdzc