El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, dejó en claro ayer que será la Comisión Nacional de Elecciones, y no los consejos estatales de este partido, la que tenga la última palabra en torno a la definición de quiénes serán los candidatos en las nueve entidades en donde habrá elecciones en el 2024.
Muchos ya se frotaban las manos creyendo que los comités estatales dominados en su mayoría por los gobernadores morenistas tendrían en sus manos la decisión de designar a los aspirantes a la candidatura, pero la sonrisa se les diluyó cuando Delgado acotó que, precisamente para evitar “cualquier tipo de sectarismos, de si algún perfil, pues se encuesta bien o tiene posibilidades, pero no tiene consejeros, esto pasa con los externos, que no quede fuera”.
Es decir, los gobernadores morenistas no serán los grandes electores, podrán proponer, a través de sus consejos a sus fichas, pero estas, o bien irán a una encuesta o también podrán ser desechados por la comisión de elecciones, la cual tendrá la última palabra.
Los consejos estatales podrán proponer entonces cuatro perfiles, dos hombres y dos mujeres, pero a su vez la comisión los podrá aprobar o rechazar y también proponer dos perfiles más.
En el caso de Puebla, el consejo estatal estaba en manos de Luis Miguel Barbosa, quien logró colocar a casi la totalidad de los integrantes de este organismo, entre los que destacan la presidenta estatal, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, y el presidente del consejo, el subsecretario de Gobernación, Andrés Villegas, mejor conocido como el chi… maravilla.
Este organismo, tras la muerte de Barbosa, quedó en manos del ahora gobernador, Sergio Salomón, quien podrá proponer hasta cuatro personajes, dos hombres y dos mujeres.
Especulemos un poco, dos hombres, Julio Huerta y Rodrigo Abdala, dos mujeres, Olivia Salomón y Lizeth Sánchez, la última palabra no será suya, sino de la comisión de elecciones, quienes a su vez podrían vetar alguna de las propuestas del consejo, o todas, y proponer a su vez a un hombre y una mujer diferentes, o también aprobar las cuatro del gobernador y a su vez hacer dos propuestas, por ejemplo, Nacho Mier y Claudia Rivera.
Sin embargo, más allá de esta especulación, hay dos cosas muy importantes: la primera, que la decisión final es del comité de elecciones y, la segunda, que será hasta el 30 de octubre cuando sepamos quién o quiénes estarán en la fase final de la encuesta, es decir, quiénes, de acuerdo con la comisión de elecciones, cumplieron los requisitos y, remarco, la fecha es el 30 de octubre.
Hay, pues, un enorme vacío respecto a qué podrán hacer aquellos que se registraron para poder ser medidos, ya que tendrá que pasar un lapso de poco más de un mes, para saber si habrá o no habrá encuesta, lo que también deja a la especulación el hecho de que lo que buscan es que no haya encuesta y salir con un candidato de unidad.
En ese mes en que no habrá precampaña, porque no se sabe quiénes fueron admitidos y quiénes no, que se puede intuir que va a ocurrir, es que se buscará “planchar” al resto de los aspirantes para ir con un solo candidato, que en el PRI se le conocía como de unidad, para evitar el levantamiento de la dichosa encuesta.
Y es que, reitero, la convocatoria solo señala que los registros se podrán llevar a cabo los días 25 y 26 de septiembre, vía electrónica y hasta el 30 de octubre, será cuando se publique la relación de aspirantes que fueron aprobados.
Durante ese lapso de casi un mes en donde los aspirantes no sabrán si han sido aceptados o no, no se sabe qué sí pueden hacer y qué no pueden hacer, y solo en caso de que haya más de un registro aprobado o hasta seis, entonces se realizará la encuesta, mismo que correrá a cargo de la comisión de encuestas de Morena, quien podrá contar con dos encuestas espejo, pero la convocatoria tampoco especifica cuándo se levantará dicho estudio de opinión, ni tampoco cuándo se darán a conocer sus resultados.
La convocatoria deja en el aire estos dos puntos que deberían de ser vitales para dar certidumbre al proceso de selección de candidatos de Morena.
Lo único cierto es que nadie, absolutamente nadie, sabe quién va a ser el candidato a la gubernatura de Puebla y cada quien hace sus propias conjeturas, muchas de ellas de acuerdo a sus propias conveniencias.
Doña Rosario Orozco quiere ser candidata
Anote entre la lista de aspirantes a Casa Aguayo por Morena, a doña Rosario Orozco Caballero, viuda del exgobernador Miguel Barbosa, quien ayer anunció a través de sus redes sociales, su intención de convertirse en candidata a la gubernatura de Puebla.
La mayoría de los analistas coinciden que a doña Rosario no le alcanza para ser candidata, pero sin duda busca negociar algo, una diputación o una federal.
Ya se verá.
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Ilustración: Alejandro Medina