La fecha ya está marcada en el calendario, el 15 de octubre, el edil capitalino, Eduardo Rivera Pérez, rendirá su segundo informe de labores y después de este acto hará pública su intención de solicitar licencia para separarse del cargo e irse a buscar la candidatura del Frente Amplio a la gubernatura de Puebla.
Como ya lo he externado en otras ocasiones, el edil capitalino tiene primero, en su calendario, estar presente al lado del gobernador Céspedes en las festividades del 15 de septiembre, con motivo de la Independencia de México.
Transcurrido este evento, se abocará a elaborar su segundo informe de labores al frente de la administración municipal y una vez hecho esto, ahora sí, hará oficial su intención de ir por la candidatura a la gubernatura de Puebla por el Frente Amplio, tal y como lo platicó con el dirigente nacional del albiazul, Marko Cortés.
Además del evento del 15 de septiembre y de su segundo informe, un tema que absorbe los pensamientos del edil capitalino es el de quién será el personaje que ocupará de manera interina, o quizá ya definitiva, la Presidencia Municipal cuando él solicite licencia al cargo.
En los hechos, quien debería de ocupar el cargo por ser suplente y por estar así previamente acordado desde la campaña del 2021, es el gerente de la ciudad, Adán Domínguez, hombre de todas las confianzas del edil capitalino, sin embargo, aún no se ha definido este tema.
Adán Domínguez tiene una pugna interna con el “hombre fuerte” de la administración “riverista”, el secretario de Administración, Bernardo Arrubarrena, amigo personal del presidente municipal.
Es un hecho que Adán es la carta natural para relevar a Rivera, pero nadie sabe si realmente tiene los tamaños para cubrir el hueco que dejará el actual edil capitalino cuando decida solicitar licencia para irse a la campaña.
La designación de quién será el personaje que suceda a Eduardo Rivera al frente de la administración municipal es una decisión que sí le quita el suelo al edil capitalino, porque muy seguramente el nuevo edil deberá de contar con el visto bueno del gobernador Céspedes, ya que deberá de ser avalado por el Congreso local.
Para Eduardo esta decisión es clave y se suma a la serie de enroques que también tendría que haber dentro de su administración, porque hay personajes que aspiran a convertirse en candidatos a diputados locales y regidores, amén de aquellos que quieran seguir a su jefe en la campaña por la gubernatura.
La casi segura salida del edil capitalino del Palacio de Charlie Hall es una muy dura prueba para Eduardo y su grupo, ahí se verá y se medirá de qué tamaño son reales las lealtades de su gente y la capacidad de su equipo.
Reitero, el tema clave es la definición del personaje que se encargará de suceder a Rivera Pérez, el cual, al menos en el papel, es Adán Domínguez, o si en su defecto se echara mano de algún otro integrante del equipo, ya que han sido mencionados el regidor de Gobernación, Carlos Montiel Solana; el secretario del Bienestar, Matías Rivero, y otros pujan porque sea el secretario de Administración, Bernardo Arrubarrena, quien es el que tiene mayor experiencia política y administrativa.
Quien se vaya a quedar al frente de la Comuna deberá tener cuidado de mantener la buena comunicación con el Gobierno del estado, de cuidar el adecuado manejo de las finanzas del cierre de la administración, para que no se llegue a presentar ningún escándalo de índole financiero que pudiera afectar la campaña de Rivera, pero también de no ser acusados de desvío de recursos en apoyo al Frente, situación que sería por demás delicada.
Se va Carlos, el caballero
Si hay una persona cuya probidad, para mí, está a prueba de toda duda, ese es sin duda Carlos Palafox Galeana, un hombre recto y serio en toda la extensión de la palabra.
Leal y de una sola pieza, Carlos fue asesor jurídico del extinto gobernador Miguel Barbosa, quien le encargó personalmente la reestructuración del Poder Judicial, tema muy espinoso en términos de administración pública, pero además de todo lo que conlleva.
Palafox luchó contra la corrupción, el verdadero cáncer que azota al Poder Judicial y que se opuso con todas sus fuerzas a las reformas implementadas, las cuales les despojaron de sus privilegios.
Hoy Carlos deja el Consejo de la Judicatura, del cual era presidente, con la frente en alto.
Enfrentó a quien tenía que enfrentar e impulsó la reforma, la cual deja caminando, se queda con su magistratura, a la cual, seguramente le dará el mismo brillo de su persona.
Fuerte abrazo, amigo. Ave César, los que van a morir te saludan.
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Ilustración: Alejandro Medina