En Morena no solo Claudia Rivera tiene las esperanzas puestas en la definición de género para convertirse en candidata al Gobierno del estado; también Olivia Salomón, la secretaria de Economía que el viernes celebró su cumpleaños con un banquete al que asistió el gobernador Sergio Salomón Céspedes, piedra angular en sus aspiraciones.
A diferencia de Rivera, Salomón no es fundadora del partido en el poder, y hasta donde se sabe tampoco es militante, pero ha tejido relaciones al más alto nivel de ese instituto político para levantar la mano y meterse en la puja por la candidatura que hoy todavía parece estar en el aire, es decir, sin propietario o propietaria.
La fotografía que subió a sus redes sociales con Mario Delgado el domingo 20 de agosto es una muestra de ello.
Olivia Salomón tuvo el visto bueno del presidente nacional de Morena para difundir el encuentro que sostuvieron en la capital del país.
La conversación de estos dos personajes giró alrededor del único tema de interés que tienen en común, el de la postulación para la contienda de gobernador de 2024.
Según se sabe, Delgado le habría dicho a la secretaria de Economía que la candidatura no está definida para nadie y le habría asegurado que tampoco se tiene la certeza de que vaya a ser para un hombre o una mujer.
Esas aseveraciones, que hasta hoy empatan con la realidad de lo que se observa en el estado, alimentaron los ánimos de la política poblana para mantener la ruta que emprendió de la mano del extinto Miguel Barbosa y que continuó con Sergio Salomón Céspedes.
“Pero qué singularidades tiene Olivia Salomón para competir con seriedad en la interna de Morena”, se preguntará usted, y con mucha razón.
Aquí es donde entra el papel del gobernador en funciones.
Si bien ha quedado claro que Julio Huerta es la carta del mandatario para sucederlo en el cargo, tener una aspirante mujer (plan b) como alternativa en el actual contexto de incertidumbre es una medida acertada para arribar con mayores posibilidades de éxito al momento de la definición del abanderado.
Así, Olivia Salomón representa esa carta mujer que entraría por el bando del mandatario para competir por la postulación, frente a Claudia Rivera y cualquier otra mujer que se apresure a meterse en la lista de contendientes en ese hipotético escenario.
Por eso era importante saber si el gobernador llegaba o no a la comida de cumpleaños de su secretaria, que fue celebrada en un fraccionamiento de Atlixco y que tuvo como platillo principal al chile en nogada.
Sí acudió, y se quedó ahí algunas horas, muy a gusto, acompañado de su esposa, Gabriela Bonilla, para ratificar que Salomón cuenta con todo su respaldo.
En el cuarto de guerra de la servidora pública no son ajenos a los malos números de su jefa en las encuestas y sondeos de opinión que se han realizado hasta ahora, pero creen tener el antídoto para contrarrestarlos.
Minimizan a Claudia Rivera por sus negativos en la ciudad de Puebla y enganchan sus expectativas al destino de Claudia Sheinbaum, quien, aseguran, pujará por ella o por Julio Huerta en beneficio de los presuntos acuerdos pactados con el gobernador.
Un invitado a la fiesta de cumpleaños que muy poca gente identificó, pero que llamó la atención por haber sido sentado en torno a la mesa principal, fue Marco Enríquez Ominami.
Enríquez es un político y cineasta franco-chileno de 50 años, de izquierda, que ha sido candidato presidencial en Chile en dos ocasiones.
En 2019 fundó el Grupo de Puebla, una organización integrada por representantes de la izquierda política latinoamericana, donde se encuentran mujeres mexicanas como las mismísimas Yeidckol Polevnsky, de Morena, y Beatriz Paredes, del PRI.
Hasta la próxima.
Twitter: @jorgerdzc