La incorporación de Xóchitl Gálvez Ruiz a la puja por la Presidencia de México, desde el frente opositor, ha revitalizado a los simpatizantes y compañeros de proyecto del alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, que hasta hace muy poco tiempo creían ver cómo se les escapaba de las manos la anhelada gubernatura.
No es que ya sientan segura para el presidente municipal la silla que hoy ocupa Sergio Salomón Céspedes Peregrina en el CIS de la zona de Angelópolis, sino que consideran que su jefe por fin abandonará la indecisión de la que ha sido presa en los últimos meses y saldrá pronto a provocar un ambiente social de optimismo en torno a sus aspiraciones.
Eso es lo que interpretan los integrantes del ejército de batallas políticas que se encuentra al servicio del panista a partir de que brincó del barco de un aspirante presidencial a otro en tan solo unos días, es decir, de que abandonó al diputado federal Santiago Creel Miranda para subirse a la ola de la senadora Gálvez Ruiz.
Si Eduardo Rivera se sumó a la precandidata más fuerte de la oposición que, como se ha documentado, en apenas un mes consiguió trepar a la cúspide de las preferencias electorales dentro del frente conformado por PAN, PRI y PRD, significa que ha vuelto a poner la mirada en la gubernatura, con todo y el importante riesgo de derrota que seguramente rondará la contienda constitucional.
La reflexión no es del autor de esta columna, sino de los riveristas que están apostados por el presidente municipal y cuyo futuro político y económico depende del derrotero que el alcalde elija en los meses por venir, cuando tenga que definirse la candidatura de gobernador.
El optimismo, pues, no es ocioso.
Rivera Pérez ha comenzado a asumir el control de la operación política de Xóchitl Gálvez en el estado.
Para muestra dos hechos:
El edil se comprometió a recabar parte de las firmas que la senadora requiere para participar en el proceso interno del autodenominado Frente Amplio por México y es coorganizador de la visita que la senadora realizará mañana a la ciudad de Puebla.
Dos de los cuatro actos públicos que tendrá Xóchitl Gálvez correrán a cargo de la también senadora Nadia Navarro Acevedo: una conferencia de prensa en un hotel colindante con el centro comercial Angelópolis y un encuentro con representantes de diferentes sectores sociales que se llamará Diálogo, México merece más, en el mismo inmueble.
Por la tarde encabezará una rodada ciclista con activistas y miembros de colectivos que promueven una mejor movilidad urbana, que partirá del Paseo de San Francisco a las 16:00 horas, y un mitin más o menos masivo con ciudadanos en el Salón Country de San Manuel.
Estos dos últimos eventos serán coordinados por la gente de Eduardo Rivera.
Imagine usted con quién va a comer.
Hace unos días el periodista Arturo Luna Silva adelantó en pueblaonline que Ana María Jiménez Ortiz quedó como representante política de la senadora en Puebla.
Es cierto.
La regidora es el enlace (todavía informal) de Eduardo con Xóchitl.
Por eso hay júbilo en el war room del alcalde.
Se fueron las caras largas que ya presagiaban un mal desenlace político para su jefe. El reto ahora es que ese optimismo perdure.
Twitter: @jorgerdzc