Algo que Morena no ha podido consolidar, a diferencia de su padre, el PRI, es el poder contar con una estructura propia, una militancia sólida, como la tuvo en su momento el ex partidazo.
Ni el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, ni las dirigencias nacionales de este partido, cuentan con una militancia propia y para muestra un botón. En Puebla, la dirigente estatal o quien al menos ostenta este papel en la entidad, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, no ha creado un ejército electoral lopezobradorista.
Lo que se observa en Puebla son diversas estructuras creadas en torno a personajes como Julio Huerta, quien aprovechó su puesto como secretario de Gobernación, para consolidar una base apoyada en organizaciones priistas, como la CTM, así como presidentes municipales de extracción morenista, priista, panistas, petista y hasta del PSI, quienes acarrean o corrijo, movilizan gente.
Otro personaje que pudiera decirse si tiene una estructura para poder operar, es el delegado del Bienestar, Rodrigo Abdala Dartígues, quien cuenta con la red de los servidores de la nación, un ejército de personajes que laboran en esta dependencia y que conocen todos los punto y regiones de la entidad.
Por si fuera poco, Abdala tiene en su poder, el padrón de beneficiarios de los seis programas estrella del presidente López, dos de ellos vitales, el 65 y más dirigido a los adultos mayores y también el de jóvenes construyendo el futuro, quienes reciben de manera directa dinero de los impuestos de todos los mexicanos, pero que ven o siente que se los da el mandatario e incluso, hasta alegan que antes no existían estos programas.
El resto de los aspirantes cuentan también con algunos simpatizantes y construye su estructura propia, dentro de este paquete hay que contar a los primos Mier, Alejandro y Nacho, quienes buscan conformar una red de simpatizantes para que apoyen sus aspiraciones.
Alejandro trata de aprovechar su pasado priista marinista, para construir una estructura conformada que conoció durante su paso por el DIF estatal, en la Secretaría de Desarrollo Social, en el PRI, en el Registro Nacional de Población y la diputación federal por Tepeaca.
Su ejército está conformado por ex presidentes municipales, marinistas y zavalistas, operadores políticos ligados a los viejos regímenes de Melquiades Morales como los “Chuchos” y marinistas.
Nacho Mier, por su parte, compite con una estructura conformada por algunos que fueron parte del equipo de Manuel Bartlett Díaz, aderezados por algunos melquiadistas y sobre todo una parte de la estructura morenovallista que opera Fernando Manzanilla la cual juega a ser panista, pero trabaja para el coordinador de los diputados federales de Morena.
El resto de los aspirantes, como Claudia Rivera u Olivia Salomón, no tienen una base propia, confían en los simpatizantes de López para ser cobijadas en la contienda electoral, si es que llegan a ser favorecidas en la contienda interna, por el género.
Punto y aparte es el gobernador, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien cuenta con la estructura estatal, la cual comparte con su ex secretario, Julio Huerta, pero también ha conformado una propia y que obedece a sus intereses conformada por ex priistas y ex panistas morenovallista, grupos con los cuales transitó, antes de pertenecer a Morena.
El gobernador tiene a dos eficientes operadores políticos en la persona de Javier Aquino Limón, secretario de Gobernación y sustituto de Julio Huerta y el líder del Congreso local, Eduardo Castillo, quien tiene el control de los diputados locales y de la mixteca poblana.
Esta es la radiografía de la estructura morenista en Puebla.
Un cáncer llamado Héctor. En San Andrés Cholula existe un personaje todopoderoso y vicepresidente de uno de los municipios más importante del estado; Héctor Hernández Sosa se autodenomina asesor personal del presidente de este municipio.
Este asesor estrella mantiene varios contratos a través de su despacho Gestión Estratégica Castañeda & Asociados, de los cuales se comentan que son muy bien remunerados o por decir de otra forma demasiado generosos, esto lo hace porque él mantiene a un grupo de varios funcionarios dentro de la nómina que él en lo personal los puso ahí, para que le sirvan a sus intereses personales y no a los del municipio y mucho menos a los sanandreseños.
Cabe decir que, muchos de los que trabajan ahí le tienen demasiado miedo ya que, si no hacen lo que les indica, pueden correr con la mala suerte de ser despedidos ya que es sabido que es el que controla todos los hilos de los negocios y obras que pasan por el municipio.
Esta historia continuará.
Twitter: @riva_leo