Aunque aún no es oficialmente la candidata del Frente Amplio por México, la senadora Xóchitl Gálvez ya comienza a incidir en la toma de decisiones, tanto en el plano nacional como también en el local.
De entrada, la aparición en escena de la senadora panista detuvo en seco a muchos priistas y panistas, que ya estaban ansiosos de arrojarse a los brazos de los diversos candidatos de Morena, ya que creían que la alianza PAN, PRI y PRD no tenía futuro.
Algunos tránsfugas que ya comenzaban a hacer pre, pre pre campaña con los colores de otros partidos, incluido el rosa mexicano, han decidido poner freno en sus ansias de novilleros y replantear sus escenarios, porque el “factor X” le ha venido a dar un “refresh” a los alicaídos panistas, priistas y perredistas y volvió a hacer atractivas sus siglas ante el electorado, no tanto por los partidos, sino por la figura de Gálvez, que caído bien entre sectores de clase media y académicos, que en el 2018 votaron a favor de López y que hoy se sienten defraudados ante las mentiras de su administración.
En Puebla, el efecto Xóchitl se ha dejado sentir en Acción Nacional, partido que inicialmente por órdenes de su dirigente nacional, Marko Cortés, se la iba a jugar con Santiago Creel para que fuera el candidato, pero que ahora ha dado marcha atrás y prefieren que la candidata se Gálvez.
Así ya se lo han hecho saber tanto a la dirigencia estatal como al alcalde capitalino, Eduardo Rivera Pérez, la máxima figura dentro del panismo poblano, la puesta es Xóchitl, quien ha encontrado en Puebla diversos respaldos, como los del dirigente del Comité Municipal, Jesús Zaldívar Benavides y del diputado federal y aspirante a la alcaldía, Mario Riestra Piña.
De hecho, muy pocos saben que la irrupción de Xóchitl Gálvez en el escenario nacional, hizo que se le acomodaran las cosas, al dirigente nacional del albiazul, Marko Cortés, quien estaba preocupado por la presencia de la senadora en la Ciudad de México.
Gálvez le estorbada a Cortés y su grupo en la capital del país, el hecho de que la senadora fuera la figura de Acción Nacional, mejor posicionada en la CDMX iba en contra de sus intereses, enquistados en el mercado inmobiliario de esta ciudad.
Varias veces, Cortés había tratado de persuadir a Xóchitl, para que en vez de ser candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Gálvez aceptara la designación a la presidencia de la República, pero los números de las encuestas, hacían imposible que la legisladora aceptara la oferta.
Xóchitl era la mejor posicionada para jugar por la entonces coalición, por el gobierno de la CDMX y esto iba en contra de los intereses de Marko Cortés y su pandilla, quienes quieren dominar el mercado inmobiliario de la capital.
Pero todo cambió cuando Gálvez vio el nivel de aceptación que tuvo entre la sociedad civil, su posible postulación y entonces todo se la acomodo Cortés, quien ahora tiene el camino libre para impulsar a Santiago Taboada Cortina, delegado de la Benito Juárez para que sea el candidato a la jefatura de la CDMX, aunque ahora se les ha cruzado en el camino la senadora, Kenia López Rabadán.
Pero volviendo al tema de Xóchitl y su impacto en Puebla y en el resto del país, es que su probable postulación ha detenido el éxodo de militantes tanto del PRI, como del PAN, quienes han comenzado a dudar de los resultados electorales del 2024.
A nadie le cabe duda de que Morena va arriba y puntea en las encuestas, pero también les queda claro, que una división interna dentro de este partido, más la irrupción de Gálvez en el proceso, ya dan mucho que pensar.
Reitero, más allá de los propios partidos que conforman la coalición, el nombre de la aspirante Xóchitl Gálvez ha tomado fuerza entre la sociedad civil y algunos sectores de la academia, quienes han comenzado a ver con buenos ojos a la panista y apoyan su postulación para ir en contra de la 4T.
El impacto de Gálvez, nos recuerda a muchos, al que en su momento tuvo en el 2000 Vicente Fox Quesada, el cual derrotó al aparato priista en la elección celebrada en ese año e instaló el tema de la alternancia en México.
Si bien es cierto, en Puebla el Partido Acción Nacional, bajo el mando de Augusta Valentina Díaz de Rivera, no cuenta con una estructura propia que pueda hacer frente a Morena, también lo es el hecho de que el partido oficialista, solo cuenta con la estructura gubernamental para poder ganar la elección, ya que la dirigencia estatal de Morena, en manos de Olga Lucía Romero Garci-Crespo, tampoco ha generado una militancia real en la entidad.
Las estructuras con las que cuenta Morena en Puebla son la creada por Julio Huerta en el barbosismo, la de Alejandro Armenta, basada en ex integrantes del PRI, principalmente en marinistas, la de Nacho Mier integrada por ex morenovallistas y ex priistas y la gubernamental que en parte es la misma que opera Julio Huerta.
El factor X está en marcha y pese a que se busca minimizar su importancia, Gálvez ha venido a cambiar el rumbo a la elección.
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