Este 2022 ha servido para dejar una cosa en claro, el barbosismo es la fuerza dominante en Puebla.
Es la estructura más importante en la entidad y está al servicio del presidente López y de su líder moral, el gobernador de Puebla, quien es el único personaje en el estado, capaz de movilizar casi 100 mil almas, como dijera el clásico, “haiga sido como haiga sido”.
La marcha del pasado domingo, tuvo varias lecturas: La primera ratificar la lealtad de Barbosa a la 4T y al líder máximo de este movimiento el presidente López, pero también enviar un mensaje poderoso rumbo al 2024 al interior de Morena y también para el resto de las fuerzas políticas de la entidad, para que se preparen porque a esa estructura será a la que se debían de enfrentar en la elección local y la federal.
Los dos últimos mensajes son por demás significativos, el gobernador de Puebla, dejó en claro al interior de su partido que él es factor de poder y por lo tanto también de decisión al interior de este instituto político en el 2024.
No en balde, al lado de Barbosa, también marcharon sus “corcholatas”, sus “elegidos”, sus “herederos”, los llamados a generar una nueva clase política en Puebla, Olivia Salomón, José Antonio Martínez García y Sergio Salomón, quienes como lo señalé en una pasada entrega, trabajan de manera conjunta, si golpetearse entre sí y eso garantiza la unidad del grupo.
El mandatario estatal cierra un 2022 que ha sido muy bueno para su causa, arrasó en la consulta de ratificación de mandato a favor de López, en donde su estructura estuvo cerca de alcanzar el millón de votos a favor del tabasqueño, más adelante en la interna de Morena se apoderó del consejo estatal y también de la dirigencia estatal de su partido, lo que lo convirtió en el primer morenista en la entidad.
El mandatario estatal cerró el ciclo con dos marchas, la primera en la ciudad de México en apoyo al tabasqueño y la segunda en Puebla, para dejar constancia como ya lo expliqué, que es el jefe político de la entidad, que maneja la estructura más fuerte, que quiere incidir en la toma de decisiones en el 2024 y que por supuesto, el resto de las fuerzas políticas en la entidad, no van a enfrentar a Morena, sino al gobernador y a todo un aparato.
Las cartas del gobernador ya están sobre la mesa y para nadie es un secreto, lo que pueda hacer Morena en el 2024, irá de la mano con lo que hagan Barbosa y su red de operadores, que encabeza su hombre de confianza, Julio Huerta.
También de llamar la atención la participación del senador, Alejandro Armenta Mier, quien, a diferencia de otros actores políticos como el diputado federal, Ignacio Mier o la ex alcaldesa Claudia Rivera, ha optado por la disciplina, con la esperanza de que el gobernador, en algún escenario, lo pueda llegar a contemplar como una de sus piezas.
Armenta sabe que son mínimas sus posibilidades de hacerse de la candidatura de Morena a la gubernatura, sin embargo, serían nulas si se confronta de manera frontal con Barbosa, e intenta en convertirse en su plan B, en caso de que la polarización entre el gobernador de Puebla y el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, obliguen al presidente López y a la ya para ese entonces candidata Sheinbaum, a tomar una “salomónica decisión.
La marcha de ayer se dice, logró congregar a casi 100 mil personas, es sin duda una de las más importantes de los últimos años en Puebla y reiteró deja en claro que no hay una estructura que le pueda hacer frente al barbosismo, no al menos en este momento.
Así transcurren los últimos días del 2022 que darán paso al 2023, el último año de relativa calma, porque sin duda a medida que avancen los meses, el panorama electoral de la entidad, se irá calentando de manera paulatina.
El calendario electoral de Morena lo dimos a conocer la semana pasada en este mismo espacio.
El gobernador tiene todo el 2023 y parte del 2024 para tratar de madurar a una de sus tres “corcholatas”, para tratar de hacer a uno de ellos o a ella, competitiva, de tal forma, que no le quede de otra a la dirigencia nacional de su partido, al presidente y a la candidata Sheinbaum, que jugársela con la estructura del gobernador y con su abanderado.
Ya veremos si el gobernador logra poner gobernador o gobernadora, según sea el género que se decida. Por lo pronto, prácticamente todo le ha salido bien en este 2022 y ya se verá cómo se desarrolla el año que está por venir.
Twitter: @riva_leo