La funcionaria pública más escurridiza de Puebla es la delegada del Registro Agrario Nacional (RAN), Nora Estela Esquitín de la Madrid, quien se esconde de los campesinos que acuden a hacer trámites al RAN y de los periodistas que la buscan para preguntar sobre presuntos actos de corrupción que ocurren en esa instancia oficial. Y lo sorprendente es que para evadirse estaría utilizando el nombre de una funcionaria anterior: Adela Cerezo Bautista.
No se sabe si –el usar el nombre incorrecto– es un error generalizado o una estrategia deliberada para que nadie pueda obtener una cita con la delgada del RAN.
Adela Cerezo Bautista es una destacada priista, que ha sido legisladora federal y funcionaria estatal, que estuvo al frente de la delegación del RAN en Puebla hasta 2018, el año en que concluyó el último gobierno federal del PRI.
Resulta sorprendente que, a cuatro años de distancia del cambio de la anterior delegada, docenas de campesinos que llegan a la sede del Registro Agrario Nacional –ubicada en la calle 43 poniente, entre 5 y 3 Sur, de la colonia Huexotitla— siguen preguntando por Adela Cerezo, por lo cual invariablemente siempre les responden que no se encuentra.
El colega Martín Hernández Alcántara hace unas semanas ingresó a las oficinas del RAN y preguntó simplemente: “¿Podría tener una cita con la delegada?”, a lo cual recibió una respuesta tajante de un guardia de seguridad privada: “La licenciada Adela no está y no sabemos cuando lo pueda recibir”.
Sin descartar que sea un error, como consecuencia de que la actual delegada tiene una pobre presencia, lo cierto es que pareciera ser una estrategia de engaño premeditada para que nadie encuentre a Nora Estela Esquitín.
De acuerdo con la información obtenida de manera verbal, porque para variar no siempre funciona la página web del RAN, en esta delegación la titular despacha de lunes a viernes, de las 9 de la mañana a las 3 de la tarde, con una hora intermedia de comida. Sin embargo, algunos trabajadores ahí señalan que es raro ver en sus oficinas a Nora Estela Esquitín de la Madrid, pues la mayor parte del tiempo se ausenta bajo las excusas de que “está en los juzgados” o “la mandaron a llamar de la Ciudad de México”.
La ausencia de la funcionaria se ha hecho notable por los graves problemas de burocratismo y corrupción que campesinos reportan de la delegación del RAN.
Y ahora, conseguir una cita se ha convertido en un procedimiento tortuoso en extremo, pues los turnos se otorgan, dependiendo el tipo de trámite que se va a realizar, de tres a seis meses de espera.
En algunos casos, se indica que los procedimientos iniciados pueden tardar hasta más de dos años.
Hace un mes, campesinos desesperados por esa situación, protestaron frente al RAN y desnudaron la corrupción que pudre a esta dependencia:
Los turnos para que los labriegos sean atendidos se venden –de manera discreta e ilegal– desde los 600 y hasta los 3 mil pesos.
Cuando los campesinos se ponen a regatear, entonces les dejan el precio de las fichas entre 300 y mil 500 pesos.
Por eso curiosamente, seguido se “descompone” a página web, que es donde se otorgan las fichas de espera de manera gratuita.
En aquella ocasión los trabajadores del campo que protestaban eran de Zacatlán, Huauchinango, Tetela de Ocampo, Libres y Cuetzalan, que se quejaban de que no solo debían pagar los “sobornos”, sino además los costos de traslado y alimentación, lo cual lleva a que acudir al RAN sea un gasto excesivo, un brutal abuso.
Lo grave de esta situación, es que se supone que con la 4T se iba a terminar este trato discriminatorio, abusivo y clasista en contra de los campesinos, pero en alguna dependencia –como el RAN— siguen los mismos vicios que sembraron las administraciones del PRI y el PAN.
Por cierto, los campesinos que amenazaron con bloquear calles y las oficinas del RAN si no lo atendían, si les dieron un lugar para desahogar sus encargos legales, la fecha para atenderlos es en: febrero de 2023.
Eso constata que el RAN es una caja de abusos y de corrupción.