Dentro de 25 meses –es decir en enero de 2024— ya deberán estar definidos los candidatos a la gubernatura de Puebla. Aunque parezca mucho tiempo, no lo es si se toma en cuenta que los aspirantes tienen que posicionarse en el imaginario de la población de unos de los estados más grandes del país. Por eso llama la atención, que en Morena aunque se menciona a seis posibles postulantes, a estas alturas ninguno parece repuntar para tomar la delantera en la lucha por la sucesión en la titularidad del Poder Ejecutivo.
Para conseguir la postulación en la 4T hay tres factores fundamentales: tener una opinión favorable del presidente Andrés Manuel López Obrador y seguramente también del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, además de contar con arraigo entre las bases lopezobradoristas y sobre todo, aparecer con buenos números en las encuestas de intención del voto.
A eso se debe que la ruta es compleja y hasta ahora, ninguno de los suspirantes parece tener el camino allanado.
Los probables tiradores que podrían buscar la postulación son: el senador Alejandro Armenta Mier; el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velasco; el secretario de Educación estatal, Melitón Lozano Pérez; así como la ex edil de la capital, Claudia Rivera Vivanco; la titular de la Secretaría del Medio Ambiente federal, María Luisa Albores González; y algunos estarían incluyendo en la lista a Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, periodista de Puebla y académica de tiempo completo de la UAP.
Existe una versión, no confirmada, que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado entrever que sería bueno para Puebla que hubiera una gobernadora para el periodo 2024-2030.
Algo creíble si se toma en cuenta que, en 2021, de las 11 gubernaturas que ganó la 4T, cinco fueron para mujeres, siendo el mayor impulso político que se dado a favor del género femenino en la lucha de espacios políticos. Tales fueron los casos de los estados de Colima, Guerrero, Tlaxcala, Baja California y Campeche.
En ese tenor, quien pareciera tener factores muy favorables es María Luis Albores, aunque la funcionaria federal está alejada de la dinámica política de Puebla.
En un primer vistazo al tema de la sucesión, Alejandro Armenta Mier por el lado de Morena y el edil capitalino Eduardo Rivera Pérez, por la posible coalición PRI, PAN y PRD, son quienes ya están caminando a paso acelerado para ser candidatos en 2024.
Sin duda alguna el alcalde panista de la ciudad de Puebla es quien, por ahora, tiene todas las condiciones para ser el aspirante opositor a la 4T.
Alejandro Armenta es el político que más se ha promovido en todos los rincones del estado, pues cada semana recorre entre 5 y 10 municipios. Ya construyó una importante estructura electoral, gestiona espacios en medios de comunicación, en redes sociales y está sumando a su causa a cuadros de fuerzas políticas ajenas a la 4T.
Sin embargo, el senador enfrenta tres escollos que si no soluciona pronto lo llevarán a un tercer tropiezo consecutivo para conseguir una candidatura a un cargo de elección popular. En 2019, fracasó en su intento de ser aspirante a la gubernatura en la elección extraordinaria de ese año. Y en 2020, le afectó la detención de su mentor político, el ex gobernador Mario Marín Torres, lo cual provocó que se desistiera de competir por la alcaldía de la ciudad de Puebla.
Ahora tiene en su contra los siguientes obstáculos: no está en la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador y del gobernador Luis Miguel Barbosa. En cambio, está plenamente identificado con Ricardo Monreal Ávila, quien desde el Senado cada vez parece más un opositor a la 4T, que un activo del movimiento lopezobradorista. A ello se debe sumar que le costará mucho trabajo quitarse el estigma de haber sido del círculo poder cercano del “góber precioso”, es decir el ex mandatario Marín Torres.
Un tercer factor en contra es que su estructura electoral la está construyendo mayoritariamente con los núcleos de líderes y militantes del PRI, que abandonan al tricolor porque dejó de ser competitivo, y no logra penetrar entre las bases lopezobradoristas.
Ignacio Mier Velasco es sin duda, entre los aspirantes hombres, el más cercano al presidente López Obrador por su labor legislativa, pero no por haber una identidad política entre ambos. Aparte de ello, no cuenta con presencia en la opinión pública y en las bases de Morena. El único grupo que lo apoya es el del ex edil Enrique Doger Guerrero, quien tiene la mitad del cuerpo dentro del PRI y la otra mitad afuera.
Melitón Lozano es de los cuadros más valiosos del gabinete del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta. Es muy apreciado en las bases de Morena, pues desde 2006 ha sido parte del movimiento lopezobradorista. Fue buen alcalde de Izúcar de Matamoros. No obstante, no tiene peso en la opinión pública, carece de trabajo político en el estado y no es cercano al presidente de la República.
Claudia Rivera Vivanco carga con el estigma de haber sido la primera edil de la capital de Morena y que fracasó en la reelección. La derrota, por el momento, parece alejarla en mucho de las posibilidades de aspirar a ser candidata a la gubernatura.
María Luis Albores es de todos los aspirantes, la única que forma parte del primer círculo político del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es quien tiene la mayor identidad con el proyecto de la 4T. Fue de las fundadoras de Morena y tiene mucho arraigo en las bases del partido. Realizó un trabajo fundamental en la organización indígena a través de la cooperativa Tosepan Titaniske de Cuetzalan. Aunque hasta ahora no se percibe interés de su parte de hacer política en Puebla.
Beatriz Gutiérrez en varias ocasiones se ha deslindado de la búsqueda de cargos políticos. Parece estar sumada al proyecto de Andrés Manuel López Obrador de retirarse de la esfera pública al concluir el actual sexenio. Aún así, no se le debe descartar.