En la conversación aparecen Carrillo y Rodolfo Ruiz, director del periódico digital, discutiendo sobre la atribución de varios dichos falsos al también ex subsecretario de Infraestructura.
De entrada, Carrillo le reprocha que el reportero le pidió una entrevista para Ultra Noticias, de Fernando Canales, y que en ningún momento le dijo que la publicaría en E-Consulta.
Posteriormente, le aclara que él nunca citó específicamente “a ningún miembro del gabinete y mucho menos al gobernador”, y que en la nota publicada le atribuyen “dichos que no dije”.
“No sé si Héctor lo distorsionó de una mala manera”, agrega al tiempo de puntualizar: “Lo que sí genera es un enfrentamiento con el gobierno del estado, con el gobernador y con los miembros de su gabinete”.
Y vuelve a precisar que lo publicado “no fue el sentido de mis comentarios”.
Ruiz le responde que ya habló con su reportero del tema: “Efectivamente, nunca mencionaste el nombre del secretario de Infraestructura”.
Lo que hizo Llorame fue, al decir de su jefe, “dar contexto”.
—Él le da contexto (de acuerdo a su criterio). Es abono de él, no algo que yo haya dicho. Lo está manejando como si yo lo hubiera dicho. (…) En ningún momento es un ataque frontal al gobierno del estado como aparece en la nota. Al contrario: es un tema de coadyuvar en el tema de los recursos federales que tanto le hacen falta al estado.
Ruiz se sincera con Miguel Carrillo y le hace una propuesta indecorosa:
—Hagamos algo práctico si te parece. Yo la nota no la puedo quitar. Si quieres mandar una carta (aclaratoria) la subimos hoy mismo. Lo que yo puedo hacer es quitar esa nota de la galería (de E-Consulta), no darle la importancia que tiene o desaparecerla de la portada. No eliminarla. Es lo que yo podría hacer. (También) le podría quitar el nombre del secretario. Más no podría hacer.
Inconforme con la oferta, Carrillo argumenta:
—Yo te pediría, Rodolfo, que te pongas en mi lugar y que me entiendas que alguien que trabajó con ellos, y que nunca está hablando mal de ellos, no saldría a decir eso. Te pido encarecidamente que me des una solución. (…) Te lo repito: no fue (la nota) producto de comentarios vertidos por mi persona. En eso sí también te pido que seas muy puntual. Es un tema que Héctor Llorame puso de su cosecha.
—Yo ya hablé con Héctor, Miguel. Tenemos años trabajando con Héctor. No es un reportero nuevo. Es bastante confiable. Héctor me dice: “Sí lo dijo en ese contexto. Claro que lo dijo en ese contexto”.
—¿En cuál contexto?
—Este… Digamos en el contexto… Este… Digamos que tienes claro que tú fuiste subsecretario (de Infraestructura)…
—¡Lo qué pasa es que Héctor me está atribuyendo palabras que yo nunca dije!
—A ver… Este… Hagamos algo práctico: checa la nota y dime qué es exactamente lo que quieres que elimine.
—¡Pues el tema del golpeteo hacia el gobierno del estado! ¡Me están atribuyendo que yo digo que el gobernador del estado está de acuerdo en estar enfrentado con la Federación! O algo así. O sea: el encabezado es algo totalmente fuera de la realidad.
—El encabezado no es de Héctor. El encabezado es un tema del editor. Si el tema se arregla con la cabeza, modifico la cabeza.
—Pues sí te pediría que se pudiera modificar…
—Ok. Así le hacemos.
—Porque da la imagen de un golpeteo al gobernador que yo nunca generé, que nunca hice, que nunca fue mi intención.
—Ok. Dame unos minutos y ahorita cambio la cabeza.
Y sí, en efecto, la cambió.
Únicamente eso.
La cabeza original decía: “Falla obra pública barbosista por desperdicio de recursos: Carrillo”.
La nueva cabeza quedó así: “La Federación ha recortado recursos por subejercicios y cancelación de proyectos”.
Todo lo negociado anteriormente fue desechado.
Ni una coma le quitaron a la nota.
Toda la argumentación del diputado electo fue tirada a la basura.
El cambio de la cabeza fue el único acuerdo cumplido.
En esencia: la atribución de frases no dichas y conceptos no expresados jamás se movieron o merecieron una rectificación.
La nota tampoco fue enviada a la bodega.
Con la nueva cabeza, la nota apareció con las fotos del gobernador y del presidente López Obrador en posición de enfrentamiento.
De nada sirvieron los alegatos de Carrillo.
No es la primera vez que en E-Consulta ocurre este fenómeno.
Incluso han llegado al grado de no publicar cartas aclaratorias.
Y es a este personaje —Rodolfo Ruiz— al que con tanto ahínco defiende la organización Artículo 19.
No estaría de más que revisaran sus métodos tan singulares de hacer periodismo y, faltaba más, de negociar notas o reportajes con declaraciones falsas.