Doctores y enfermeras que se capacitan para tratar pacientes con ébola en el Centro Médico de la Universidad del Suroeste de Texas utilizan salsa Tabasco como parte de los esfuerzos para combatir el virus.
Vestidos con trajes y equipo protector, los trabajadores de salud simulan condiciones peligrosas similares a las de un hospital con pacientes de ébola, en un laboratorio. Sin embargo, si sienten el picor de la “Tabasco” en la piel, eso quieren decir que han fallado en el protocolo que deben seguir para evitar infectarse.
De acuerdo al doctor Bruce Meyer, la salsa da un “resultado inmediato” durante su capacitación. La sustancia capsaicina da la sensación de calor y picor característica del chile, el cual es usado para simular una exposición al virus.
Al final de las sesiones de entrenamiento contra el ébola, de los cuales se han detectado dos casos en Texas, los profesionales de la salud se tallan los ojos. Si no sienten el picor de la salsa Tabasco, es que han llevado a cabo los protocolos de seguridad de manera correcta.