La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo defendió la reforma a la Ley de Aguas Nacionales y calificó como “total ignorancia” las críticas del Partido Acción Nacional (PAN), al afirmar que la iniciativa no implica la privatización del recurso ni afecta concesiones vigentes, sino que busca ordenar su uso conforme a la Constitución.
Durante su conferencia mañanera, Sheinbaum subrayó que el agua es un bien de la nación, tal como establece la Carta Magna desde 1917, y que el PAN ha difundido una interpretación errónea al asegurar que la reforma vulnera la propiedad privada. “Lo primero, no han leído la Constitución. El agua es un recurso natural que es un bien de la nación”, afirmó.
La presidenta precisó que la propuesta no toca ninguna concesión, pero sí establece reglas claras para evitar su venta o transferencia irregular. Explicó que, cuando un concesionario deja de utilizar el recurso, la concesión deberá regresar a la Conagua, en lugar de ser comercializada entre privados.
Uno de los objetivos centrales de la reforma es impedir prácticas que durante años distorsionaron el uso del agua en zonas agrícolas y urbanas. Sheinbaum citó casos en los que distritos de riego vendían tierra agrícola para proyectos habitacionales, transfiriendo también la concesión sin notificar a la autoridad. Esta omisión permitía que desarrollos residenciales usaran el agua sin pagar lo correspondiente, pues el riego agrícola no genera el mismo cobro que el uso habitacional.
“Imagínense agricultores que retienen una concesión, no pagan por ella y le venden esa agua al municipio. ¿Por qué el municipio tendría que pagarle a diez personas por el agua que pertenece a todos?”, cuestionó.
La mandataria señaló que la reforma corrige estas irregularidades y garantiza que, si el agua deja de utilizarse para su fin original, regrese al control de los municipios o de la nación, sin intermediarios que lucren con un recurso público.
Finalmente, Sheinbaum reiteró que la iniciativa tiene como propósito transparentar el uso del agua, ordenar las concesiones y evitar abusos, e insistió en que la oposición debería revisar la Constitución antes de emitir críticas infundadas.




