Bernardo Bravo Manríquez, líder de los productores de limón en Michoacán y presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, fue asesinado tras haber denunciado públicamente las extorsiones y amenazas del crimen organizado que enfrenta el sector agrícola en la región de Tierra Caliente.
El cuerpo del también encargado del Tianguis Limonero de Apatzingán fue localizado este lunes dentro de su camioneta en una brecha del poblado El Mirador, cerca de la Presa del Rosario, en el municipio de Apatzingán. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Michoacán, el dirigente fue privado de la libertad, torturado y asesinado a balazos por presuntos integrantes de grupos delictivos.
Bernardo Bravo había denunciado hace apenas unas semanas, a través de sus redes sociales, la crisis económica y de seguridad que enfrentan los citricultores debido al cobro de cuotas por parte de distintos cárteles del narcotráfico. Señaló que en los municipios de Apatzingán y Buenavista los productores son extorsionados por hasta cinco organizaciones criminales, que exigen entre uno y tres pesos por cada kilo de limón cortado.
“Vivimos un conflicto armado que afecta directamente al campo michoacano y al precio del limón”, escribió Bravo el pasado 27 de septiembre. Su voz representaba a cientos de agricultores que desde hace años sufren el control de grupos delictivos en la región.
Autoridades estatales iniciaron las investigaciones, aunque hasta el momento no se han reportado detenidos. Legisladores locales, como el diputado Octavio Ocampo Córdova, condenaron el crimen y exigieron justicia para el líder limonero, considerado un defensor de los derechos de los productores del Valle de Apatzingán.
El asesinato de Bernardo Bravo ha generado indignación entre trabajadores del campo y organizaciones agrícolas, que piden a los gobiernos federal y estatal reforzar la seguridad en Michoacán.