Tres días antes de su muerte, Miguel N., presunto feminicida serial de Iztacalco, llamó desde el Reclusorio Oriente a varios familiares de sus víctimas para burlarse y asegurar que no se arrepentía de sus crímenes, según reveló la abogada Erendali Trujillo, representante legal de Cassandra, madre de una joven asesinada a los 17 años.
La llamada ocurrió el pasado 10 de abril, cuando Miguel N. logró contactar a María Fernanda, hermana de una de sus presuntas víctimas. Esta acción debería haber activado protocolos de protección, señaló Trujillo. Tres días después, el acusado fue trasladado al Hospital General de Iztapalapa tras sufrir una caída. Fue declarado sin signos vitales y la causa preliminar fue un paro cardiorrespiratorio, informó la Fiscalía de la CDMX.
Para la defensa legal de las víctimas, la muerte de Miguel N. no representa justicia. “No hubo sentencia, no hubo verdad jurídica para cada una de las mujeres asesinadas. Solo queda un vacío en el proceso de impartición de justicia”, denunció Trujillo en conferencia de prensa afuera del penal.
Miguel “N” fue detenido en abril de 2024 en un departamento de la colonia La Cruz Coyuya, después de ser sorprendido por la madre de una joven mientras cometía una agresión. Durante el cateo, se hallaron restos óseos, herramientas y objetos personales posiblemente ligados a mujeres desaparecidas.
Las autoridades lo vinculaban con al menos siete feminicidios cometidos entre 2012 y 2024. Actualmente se investiga si algún servidor público del penal tuvo responsabilidad en su fallecimiento. Mientras tanto, las víctimas indirectas continuarán el proceso legal para exigir una reparación integral del daño y visibilizar la falta de justicia ante crímenes de género en México.