Angélica Sánchez Hernández, una jueza de control de Xalapa, fue vinculada a proceso por su aparente responsabilidad en los delitos de tráfico de influencias y contra la fe pública. Ante esta situación, a la jueza se le otorgó como medida cautelar prisión preventiva oficiosa, misma que puede durar un año.
La semana pasada, este medio reportó que el pasado 16 de junio, Angélica Sánchez fue detenida en Ciudad de México, a pesar de que alegaba tener un amparo para evitar su captura. Es investigada por, presuntamente, ordenar la liberación de Itiel N., alías “El Compa Playa”, generador de violencia en Veracruz. Relacionado con este caso, Angélica Sánchez dio a la fiscalía tres meses para cerrar las investigaciones complementarias.
Por estas acciones, la fiscalía de Veracruz inició una investigación y presentó los resultados a un juez de control, quien decidió que había suficientes pruebas en contra de la jueza para iniciar un juicio. Sin embargo, que se haya vinculado a proceso, no significa que sea culpable.
Ante estos hechos, el Instituto Federal de la Defensa Pública (IFDP), que defiende a Angelica Sánchez, acusó que el juez de control declaró la audiencia privada y se dictó prisión preventiva, sin opción a debatir esta decisión.
Sin embargo, la fiscalía de Veracruz celebró la vinculación a proceso y el fallo dictado por el juez de control y procedimiento penal oral del XI distrito judicial de Xalapa. Se alegó que la jueza documentó en un cuadernillo de amparo que hizo un juicio de amparo y dio fe a la supuesta suspensión de plano concedida Itiel N.
Aunque, cuando dicho juicio se consultó en el Sistema Integral de Seguimiento de Expedientes del Consejo de la Judicatura Federal, no correspondía al quejoso ni la materia, a esto se agrega a que no existía registro en el Juzgado de Proceso y Procedimiento Penal Oral del Distrito Judicial de Cosamaloapan.
Además, aparentemente, la jueza hizo varias llamadas y envió correos electrónicos al Cefereso de Coahuila para gestionar la liberación de una persona presa, situación para la que no estaba calificada. Incluso, se le señala de amenazar y presionar para cumplir su propósito, motivos por los que se le acusa de tráfico de influencia.
La semana pasada la jueza fue detenida en el Fiesta Inn del Centro de Ciudad de México. Su familia acusó que su arresto fue una arbitrariedad porque al parecer no les mostraron una orden de arresto, ni les dijeron donde se la habían llevado, todo esto a pesar de que la jueza tenía un amparo para evitar su detención.
“(Nos dicen) que van a llevar a cabo una diligencia. Nos alarmamos, tratamos de meter a mi mamá a un elevador. La jalonean. Como podemos la metemos al elevador del hotel y en ese momento dice que se va a llevar a cabo una detención en su contra por delitos contra la fe pública y tráfico de influencias. Así lo manejaron”, narró Ingrid Gómez para Ciro Gómez Leyva.