El pasado 2 de mayo, un grupo de 10 de personas de origen colombiano, integrantes de una misma familia, fueron secuestrados en inmediaciones de San Luis Río Colorado, una ciudad del estado de Sonora, en México. Tres días después, el 5 de mayo, las autoridades informaron que habían sido localizadas y rescatadas, sanas y salvas.
La Mesa Estatal de Seguridad de Sonora informó que después de varios operativos realizados en la zona, los migrantes colombianos, siete hombres y tres mujeres, habían sido ubicados a la altura de una gasolinera sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio, a dos kilómetros de la caseta a la salida de San Luis Río Colorado, rumbo a la ciudad de Mexicali, Baja California.
Tanto las autoridades mexicanas como el Consulado de Colombia se refirieron a la localización de los migrantes como un “rescate”, sin embargo, en entrevista con la radiodifusora colombiana Caracol Radio, William N., uno de los colombianos que fue víctima de aquel secuestro, reveló una verdad muy diferente a la “versión oficial”.
Durante la entrevista, William relató que de Ciudad de México se trasladaron a Puerto Vallarta y de ahí salieron a San Luis Río Colorado, “y en el camino, pues, hubo como una serie de extorsiones que nos hicieron las mismas autoridades; después de pasar el retén militar (…) nos pararon dos veces y nos quitaron todo el dinero y nos esculcaron todo”.
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Después, a una hora de llegar a San Luis Río Colorado, el autobús en el que viajaban fue detenido por dos vehículos en los que viajaban presuntos integrantes del “grupo de Sonora, el cartel de Sonora” –probablemente el Cartel de Sinaloa, dos de cuyas células se disputan el corredor Mexicali-San Luis Río Colorado– y los hicieron descender para subirlos a una camioneta e internarlos en el desierto, donde los despojaron del poco dinero que les quedaba y los privaron de su libertad.
“Pensamos que nos iban a quitar la vida, porque, pues, nos metieron bien adentro del desierto, luego de quitarnos las pertenencias, el dinero que teníamos, porque ni siquiera fueron las pertenencias sino el dinero, nos ubicaron en una casa casi llegando a la carretera donde pasaban los buses, donde nos realizaron el secuestro”, señaló William.
Dos días después los trasladaron a otra casa en la ciudad de San Luis Río Colorado, donde había una gran cantidad de personas, “de todo tipo de extranjeros, taiwaneses, chinos, brasileros…” y William recordó que, en todo momento, las autoridades de Migración y del Ejército facilitaron el paso del autobús en los retenes, por lo que piensa que “tenían complicidad con ellos (con los delincuentes)”
Una vez en esa casa, llamaron a uno de sus familiares para pedirle dinero para su liberación –alrededor de 15 mil dólares por cada uno, a decir del propio William– y empezó “el tema psicológico para que uno se doblegue”, amenazando con causarles daño a los secuestrados.
Finalmente, “se pagó el rescate y ellos nos liberaron, o sea, ellos el día que se pagó el rescate nos llevaron a una bomba de gasolina y nos dejaron tirados allá”, donde fueron encontrados por las autoridades bajo una circunstancia muy particular que llamó la atención de William.
“En el momento que pagan el rescate, ellos estaban afanadísimos porque nosotros saliéramos de ahí (…). Ellos tenían demasiado afán para que nosotros nos fuéramos de ahí (…) no entendí por qué mientras nosotros entramos ahí a un almacén (una tienda de conveniencia) que había en la bomba de gasolina, inmediatamente llegó el grupo de rescate a los dos, tres minutos, no, nunca llegué a entender por qué si a nosotros nos dejaron ahí, al momentico llegaron ellos (el grupo antisecuestros)”.
William y sus familiares fueron traladados a la ciudad de Tijuana (Baja California, México), desde donde realizaron el trámite para entregarse en Estados Unidos. Al momento de la entrevista con Caracol Radio se encontraban en Nueva York, en espera de la resolución de las autoridades estadounidenses, con altas probabilidades de ser deportados a su país de origen, debido a la cancelación del Título 42.
Escucha la entrevista completa de Caracol Radio: