Javier Trujillo Arriaga renunció este martes a la dirección general del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), después de 25 años de trayectoria en la dependencia.
La salida de Trujillo Arriaga se da después de que el Gobierno federal decidiera, en octubre, eximir a un grupo de empresas del trámite sanitario en las importaciones de alimentos, cuando en el país hay un brote de influenza aviar que, por su alta patogenicidad, se ha extendido a siete estados de la república.
Dicha medida por parte de la Federación, en el marco del Pacic (Pacto contra la inflación y la carestía), fue una alternativa de solución a la escasez de alimentos que podría provocar la inflación en el país y, también, como una medida de contención de esta. Pero varios productores y especialistas mostraron su desconfianza ante esa determinación.
Eximir de todo trámite o permiso sanitario a los alimentos que ingresen al país, señalaron los inconformes, conlleva el riesgo de que estos no cumplan con la calidad sanitaria establecida previamente y, con ello, poner en riesgo la producción, así como la salud de los consumidores.
El Senasica, encargado de la vigilancia epidemiológica fitozoosanitaria, campañas fitozoosanitarias, acuícolas y pesqueras, así como movilización de mercancías reguladas, era dirigido por Trujillo Arriaga desde diciembre de 2018.
Trujillo Arriaga, nacido en Ciudad de México, “se graduó como Ingeniero Agrónomo de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), como Especialista en Parasitología Agrícola. Durante los primeros años como profesional, se desempeñó en la ejecución de programas fitosanitarios y de control biológico de plagas. En 1984 ingresó al posgrado en la Universidad de California, Campus Berkeley, del cual recibió el grado de PhD en Entomología”, señala su perfil en la página del Senasica.
Durante su gestión como director en jefe del Senasica, Javier Trujillo participó en el diseño y operación del programa de inocuidad agrícola del estado de Guanajuato que, por su eficacia, posteriormente se extendió a todo el territorio de México como programa nacional, se lee en el mismo sitio.
Asimismo, participó en la puesta en marcha de un programa de protección fitosanitaria del agave tequilero, el cual, como ocurrió como el programa mencionado arriba, adquirió carácter federal.