El Departamento de Justicia de Estados Unidos inició la publicación de los esperados archivos del caso Jeffrey Epstein, una investigación que ha generado amplia atención internacional por sus posibles vínculos con figuras de alto perfil del ámbito político, empresarial y artístico. Los documentos, divulgados tras la aprobación de una ley de transparencia, incluyen fotografías y registros judiciales, muchos de ellos parcialmente censurados para proteger a las víctimas.
Entre los materiales difundidos aparecen imágenes de Jeffrey Epstein junto al expresidente Bill Clinton, el cantante Michael Jackson y el líder de los Rolling Stones, Mick Jagger. En varias de las fotografías, los rostros de otras personas fueron cubiertos o pixelados, y no se especifican fechas ni contextos en los que fueron tomadas, de acuerdo con las autoridades.
Una de las imágenes muestra a Bill Clinton en un jacuzzi junto a una persona no identificada, mientras que otra lo retrata acompañado de Mick Jagger. En tanto, una fotografía adicional presenta a Michael Jackson posando con Epstein frente a una obra de arte. También se incluyeron imágenes del actor Kevin Spacey y de otros hombres cuya identidad no es pública.
Tras la difusión, Angel Ureña, portavoz del expresidente Clinton, afirmó que la investigación no está dirigida contra el exmandatario y reiteró que Clinton rompió relaciones con Epstein en 2004, años antes de que se hicieran públicas las acusaciones penales contra el financista. El vocero subrayó que la aparición en fotografías no implica conducta ilegal.
Por su parte, el fiscal general adjunto Todd Blanche aclaró que no existen cargos nuevos derivados de esta publicación, aunque confirmó que las investigaciones continúan. Detalló que los archivos divulgados corresponden a cientos de miles de documentos, y que se espera la liberación de más materiales en las próximas semanas, en cumplimiento de la ley aprobada por el Congreso.
Epstein, financista neoyorquino condenado en 2008 por prostitución de menores, murió en prisión en 2019 antes de enfrentar un nuevo juicio por delitos sexuales, hecho que generó múltiples teorías de conspiración. El Departamento de Justicia sostiene que divulga la información para garantizar transparencia, sin afectar procesos legales ni la protección de las víctimas.
Legisladores de distintos partidos califican la publicación de los archivos como parcial, mientras presionan al gobierno estadounidense para que libere plenamente toda la información no clasificada relacionada con el caso.



