Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) anunciaron que retirarán sus fuerzas restantes en Yemen tras el bombardeo realizado por Arabia Saudita contra la ciudad portuaria de Mukalla, en el sur del país. La decisión se produce en medio de una fuerte escalada de tensiones entre Riad y Abu Dabi, aliados históricos y socios estratégicos de Estados Unidos en la región.
El ataque saudí ocurrió después de que Arabia Saudita acusara a Emiratos de enviar armas y vehículos de combate al Consejo de Transición del Sur (CTS), una fuerza separatista respaldada por Abu Dabi que ha ganado terreno en el sur de Yemen. Según el gobierno saudí, dos barcos habrían descargado armamento en el puerto de Mukalla tras desactivar sus sistemas de rastreo, lo que motivó una operación aérea “limitada” para neutralizar la amenaza.
Inicialmente, Emiratos Árabes Unidos rechazó las acusaciones y expresó sorpresa por los ataques, pero posteriormente su Ministerio de Defensa informó que, “a la luz de los acontecimientos recientes”, retirará de manera voluntaria sus unidades antiterroristas que aún permanecían en territorio yemení, asegurando que el repliegue se hará de forma que garantice la seguridad de su personal.
La crisis ocurre en un contexto particularmente delicado para Yemen, que atraviesa una guerra desde 2014 y enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo. Aunque una tregua alcanzada en 2022 había reducido los enfrentamientos, a principios de diciembre se abrió un nuevo frente cuando el CTS, con respaldo emiratí, tomó amplias zonas del sur del país y avanzó hacia provincias estratégicas como Hadramaut, rica en recursos petroleros.
Ante estos hechos, el Consejo Presidencial de Yemen, respaldado por Arabia Saudita, anuló un pacto de defensa con Emiratos e impuso el estado de emergencia por 90 días en todo el territorio. La medida profundizó las divisiones internas del gobierno yemení, ya que varios de sus integrantes, cercanos a Abu Dabi, rechazaron la decisión.
Estados Unidos, a través de su secretario de Estado Marco Rubio, llamó a la moderación y a la diplomacia, evitando tomar partido entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.




