En la festividad de la Sagrada Familia, ante una plaza de San Pedro soleada y repleta de fieles y peregrinos, el Papa León XIV se refiere al tema litúrgico de la huida a Egipto narrada por Mateo, “momento de prueba para Jesús, María y José» que proyecta «la sombra inquietante de una amenaza mortal” sobre el cuadro luminoso del nacimiento del Salvador. Desde allí y hasta el final de su alocución el Santo Padre ha querido resaltar que en mundo donde no faltan quienes obsesionados por el poder o la fama atormentan y destuyen, en la Luz de la Navidad debemos continuar rezando por la paz.
La luz que el corazón de Herodes no puede permitir
El Pontífice recordó que la vida de Herodes fue “atormentada”, fue “un hombre cruel y sanguinario, temido por su brutalidad”, y añadió, “precisamente por esto estaba profundamente solo y obsesionado por el miedo de ser derrocado”. La orden de matar a todos los niños de la edad de Jesús es el resultado de una luz que el corazón de Herodes no puede permitir que entre.
“En su reino, Dios está realizando el milagro más grande de la historia, en el que se cumplen todas las antiguas promesas de salvación, pero él no es capaz de verlo, cegado por el miedo a perder el trono, sus riquezas, sus privilegios”, puntualizó.
En Belén hay luz, hay alegría; algunos pastores han recibido el anuncio celestial y ante el pesebre han glorificado a Dios (cf. Lc 2,8-20), pero nada de esto logra penetrar las defensas blindadas del palacio real, salvo como un eco distorsionado de una amenaza que hay que sofocar con violencia ciega.
#Ángelus #PapaLeónXIV: No dejemos que estos espejismos sofoquen la llama del amor en las familias cristianas. Al contrario, protejamos en ellas los valores del Evangelio: la oración, los sacramentos, los afectos sanos, el diálogo sincero y los gestos buenos de cada día.
— Vatican News (@vaticannews_es) December 28, 2025
La Sagrada Familia es cuna de salvación
El Papa afirmó que la llama del amor doméstico, que José logra salvaguardar al salvar a su familia en Nazaret, es fuente de redención para el mundo entero, que puede beneficiarse de ella si tan solo tiene los ojos y el corazón abiertos. El Papa evocó asombro y gratitud ante este misterio:
“Precisamente esta dureza de corazón resalta aún más el valor de la presencia y la misión de la Sagrada Familia que, en el mundo despótico y codicioso que representa el tirano, es el nido y la cuna de la única respuesta posible de salvación: la de Dios que, con total gratuidad, se entrega a los hombres sin reservas y sin pretensiones”, expresó.
Las familias preserven los valores del Evangelio
El Papa dirigió su mirada a las familias de hoy. Sus palabras son una amarga advertencia, pues debemos preservar en ellas los valores del Evangelio: la oración, la recepción frecuente de los sacramentos, especialmente la Confesión y la Comunión, el afecto sano, el diálogo sincero, la fidelidad, la sencillez y la belleza concreta de las buenas palabras y los buenos gestos cotidianos.
“El mundo, lamentablemente, siempre tiene sus “Herodes”, sus mitos de éxito a cualquier precio, de poder sin escrúpulos, de bienestar vacío y superficial, y a menudo paga las consecuencias en soledad, desesperación, división y conflicto. No permitamos que estos espejismos apaguen la llama del amor en las familias cristianas”, indicó.
Rezar por las familias necesitadas y la paz
Tras el rezo mariano, León XIV saludó con afecto a los fieles y peregrinos presentes en una Plaza de San Pedro. A ellos y a todos exhortó a rezar por las familias.
“A la luz de la Navidad del Señor, continuemos rezando por la paz. Hoy, en particular, recemos por las familias que sufren a causa de la guerra, por los niños, los ancianos y las personas más frágiles. Confiémonos juntos a la intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret”, concluyó.
#Ángelus #SagradaFamilia #PapaLeónXIV: Recemos por las familias necesitadas en el mundo, por las familias que sufren por la guerra, por los niños, los ancianos y los enfermos. pic.twitter.com/LKI7Dxru1O
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