El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró que el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro es “ilegítimo” e “intolerable para los intereses de Estados Unidos”, en el marco de una conferencia de prensa ofrecida este viernes en el Departamento de Estado. No obstante, evitó confirmar si la administración de Donald Trump busca activamente un cambio de régimen en Venezuela.
Rubio sostuvo que la relación actual entre Washington y Caracas es insostenible, al acusar al gobierno venezolano de colaborar con organizaciones terroristas y redes del narcotráfico que, dijo, representan una amenaza directa para la seguridad nacional estadounidense. En ese contexto, afirmó que Estados Unidos se reserva el derecho de utilizar todos los instrumentos de poder para defender sus intereses, incluyendo el bloqueo de petroleros sancionados que operan en la región del Caribe.
El funcionario también descartó que su gobierno requiera, por ahora, la autorización del Congreso para eventuales acciones militares, y minimizó los llamados del presidente Maduro a involucrar a fuerzas armadas de otros países en un eventual conflicto. Respecto al respaldo de Rusia a Venezuela, Rubio señaló que Moscú no representa una preocupación inmediata debido a su involucramiento en la guerra en Ucrania.
Las declaraciones se produjeron el mismo día en que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra familiares de Nicolás Maduro, como parte de la estrategia de presión económica impulsada por la Casa Blanca, la cual, según funcionarios estadounidenses, busca frenar el narcotráfico y la criminalidad transnacional en la región.
Desde Caracas, la respuesta fue inmediata. El canciller venezolano Yván Gil calificó a Marco Rubio como “mentiroso y acomplejado”, y lo acusó de promover golpes de Estado, guerras e intervenciones en América Latina. A través de redes sociales, aseguró que Washington no ha presentado pruebas que sustenten sus acusaciones contra el gobierno venezolano y afirmó que la política estadounidense busca apropiarse de los recursos naturales del país.
Gil también rechazó el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y denunció sobrevuelos y operaciones que, según el gobierno venezolano, constituyen provocaciones. En ese contexto, reiteró que Venezuela continuará denunciando lo que considera una política de agresión y desinformación por parte de Washington.




