El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó la presión sobre México al exigir que el país resuelva “inmediatamente” un supuesto problema de agua y alcantarillado que —según afirmó— representa una amenaza para los habitantes de Texas, California y otros estados fronterizos. El se compartió en su red social Truth Social, en medio de las negociaciones bilaterales sobre el Tratado de Aguas de 1944, que regula el intercambio de recursos hídricos entre ambos países.
Trump compartió un video en el que se acusa que millones de galones de aguas residuales sin tratar fluyen desde Tijuana hacia Estados Unidos, afectando comunidades como Imperial Beach y Coronado. Aunque el mandatario no precisó si se refería al cumplimiento del tratado o a fallas de infraestructura, reiteró que el problema es una “verdadera amenaza” y presionó para que México actúe de inmediato.
Además, el presidente estadounidense ha advertido que impondrá un arancel del 5% a las exportaciones mexicanas si México no entrega antes del 31 de diciembre los volúmenes de agua pendientes. Según Washington, México debe 986.4 millones de metros cúbicos acumulados, además de los 246.6 millones de m³ que deberían entregarse este año conforme al tratado.
En paralelo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que continúan las reuniones técnicas con Estados Unidos. Explicó que una primera propuesta mexicana fue rechazada, por lo que se presentó una segunda, la cual se ajustó a las condiciones actuales de sequía en la cuenca del Río Bravo. Reiteró que México actuará “dentro del marco del tratado” y que confía en alcanzar un acuerdo.
Sheinbaum sostuvo que el Tratado de Aguas de 1944 es claro respecto a la reposición del líquido tras años de sequía y destacó que su gobierno impulsa medidas para mejorar el uso del agua, incluida la tecnificación del riego, con el fin de cumplir los compromisos sin afectar a las comunidades agrícolas mexicanas.




