La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) cerró el año con un nuevo recorte de 25 puntos base a la tasa de fondos federales, dejando el rango entre 3.50% y 3.75%, según confirmaron las tres notas consultadas. Este movimiento representa el tercer ajuste consecutivo a la baja, luego del ciclo iniciado en septiembre del año pasado tras una pausa de nueve meses.
La decisión volvió a generar división dentro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Nueve integrantes votaron a favor, incluido el presidente Jerome H. Powell, mientras que tres miembros rechazaron el recorte. Entre ellos, Stephen I. Miran se inclinó por una baja más agresiva de 50 puntos base, mientras que Austan D. Goolsbee y Jeffrey R. Schmid prefirieron mantener sin cambios la tasa de referencia.
En su comunicado, la Fed destacó que el crecimiento económico estadounidense se ha mantenido en un ritmo moderado, con ganancias de empleo desaceleradas y un incremento en la tasa de desempleo. El organismo subrayó que mantendrá una postura de vigilancia ante los riesgos que pudieran interferir con sus objetivos de inflación y empleo, reiterando que tiene “alcance y tiempo” para evaluar futuros ajustes de política monetaria.
La institución también actualizó sus proyecciones económicas. Para 2026, elevó su estimación de crecimiento del PIB de 1.8% a 2.3%, y anticipó que la inflación podría ubicarse en 2.4%, mientras que la tasa de desempleo se proyecta en 4.4% al cierre del próximo año.
Aunque este tercer recorte estaba dentro de lo esperado por los mercados, la Fed señaló que podría mantener las tasas sin cambios en los próximos meses, lo que moderaría el ritmo de flexibilización monetaria. Este tono prudente contrastó con las presiones políticas, ya que el presidente Donald Trump ha insistido en reducciones más drásticas para impulsar el financiamiento y la actividad económica.
La reacción inicial en Wall Street fue leve: el Dow Jones abrió con una baja marginal de 0.03%, reflejando la expectativa ya incorporada por los inversores.
