El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo 16 de noviembre, que habrá “sanciones severas” para “cualquier país” que mantenga relaciones comerciales con Rusia, y tal vez con Irán, al respaldar una iniciativa legislativa republicana en el Congreso estadounidense para presionar al gobierno de Vladimir Putin por la guerra en Ucrania.
“Cualquier país que haga negocios con Rusia será muy severamente sancionado. Podríamos añadir a Irán a la fórmula”, declaró a desde el Aeropuerto Internacional de Palm Beach en Florida.
Los senadores Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, y Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, impulsan una iniciativa para imponer aranceles a países que importan energéticos rusos y sanciones secundarias para empresas extranjeras que ayudan a la producción de energía en Rusia.
“Estás pasando legislación, o los republicanos están proponiendo legislación que es muy dura, sancionando, etcétera, etcétera, etcétera, a cualquier país que esté haciendo negocios con Rusia, podrían añadir Irán a eso. Como saben, yo lo sugerí”, manifestó Trump.
Las nuevas sanciones llegarían después de las que anunció el Departamento del Tesoro estadounidense en agosto contra las dos principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, como respuesta a la “falta de compromiso serio por parte de Rusia con un proceso de paz para poner fin a la guerra en Ucrania”.
El Tesoro afirmó entonces que se hacían para “mermar la capacidad del Kremlin”, y defendió la voluntad de Washington de encontrar una “resolución pacífica de la guerra”.
Trump ha expresado su frustración con Putin, con quien se reunió el 15 de agosto, para realizar un cese al fuego en Ucrania.




