El tifón Kalmaegi ha dejado un rastro de destrucción en Filipinas, con un saldo de al menos 188 muertos y 135 personas desaparecidas. El fenómeno meteorológico tocó tierra en siete ocasiones en el archipiélago, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra en varias localidades, especialmente en la isla de Cebú, que ya había sufrido un terremoto de magnitud 6.9 en octubre.
El tifón se ha degradado a depresión tropical y se encuentra actualmente en Laos, después de tocar tierra en Vietnam con vientos de hasta 205 km/h, lo que generó lluvias torrenciales y fuertes vientos que causaron extensos daños, reportó el medio informativo local VNExpress.
El tifón derribó árboles, dañó techos y rompió cristales de las ventanas de edificios en varias zonas. Se reportaron cortes de electricidad en amplias áreas de varias provincias, lo que afectó cientos de miles de viviendas.
Mientras tanto, se llevan a cabo operaciones de búsqueda de tres pescadores desaparecidos frente a la isla de Ly Son, en la provincia de Quang Ngai, después de que su embarcación zozobró en el mar embravecido, de acuerdo con el reporte.
Las autoridades locales informaron que los equipos de rescate habían recibido numerosas llamadas de emergencia de residentes que informaron sobre colapsos de techos e inundaciones, mientras que los fuertes vientos dificultaron los esfuerzos de respuesta inmediata.




