La madrugada de este domingo, Rusia lanzó un ataque masivo con drones suicidas Shahed y misiles contra Kiev, capital de Ucrania, dejando un saldo de dos muertos y 17 heridos, entre ellos un niño menor de un año y una mujer embarazada. El bombardeo impactó por primera vez en la sede del Gobierno ucraniano, provocando un incendio en los pisos superiores del edificio ubicado en el distrito Pechersk.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las víctimas fueron localizadas en el distrito de Svyatoshyn, mientras que Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar local, confirmó que bomberos y rescatistas trabajan en la zona para sofocar el fuego y auxiliar a los afectados.
La primera ministra de Ucrania, Yulia Sviridenko, calificó el ataque como un hecho histórico al ser la primera vez que el Kremlin lanza misiles directamente contra el edificio gubernamental. “El mundo debe responder con hechos, no solo con palabras. Necesitamos más sanciones contra el petróleo, el gas y la maquinaria militar de Rusia”, declaró en Telegram.
Según el parte oficial de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, Rusia lanzó 810 drones, rompiendo el récord anterior de 740 ataques ocurridos en julio. El impacto alcanzó también edificios residenciales, lo que causó incendios, caída de escombros y hospitalización de siete personas.
Durante la ofensiva, las autoridades activaron la defensa antiaérea en Kiev y pidieron a la población resguardarse en refugios. Paralelamente, Rusia denunció que seis drones ucranianos fueron derribados en la región de Voronezh, dejando un hombre herido.
Este nuevo ataque ocurre horas después de que 15 personas resultaran heridas en Zaporiyia, al sureste del país, también por bombardeos con drones rusos. La escalada recrudece la guerra y mantiene a la capital ucraniana bajo constante amenaza.