Este sábado, millones de personas participaron en las protestas nacionales “No Kings” para rechazar el autoritarismo de Donald Trump, las redadas migratorias y la expansión del poder ejecutivo en Estados Unidos. Más de 2 mil 100 ciudades fueron escenario de estas manifestaciones, con un estimado de 5 millones de participantes, según los organizadores.
En San Francisco, decenas de miles marcharon desde Mission Dolores Park hasta el Civic Center, portando carteles y banderas en defensa de los derechos civiles. Las consignas denunciaban las órdenes ejecutivas de Trump, los ataques al poder judicial, la represión contra migrantes legales y las amenazas a las ciudades santuario.
Los manifestantes también protestaron contra la reciente decisión de Trump de tomar el control de la Guardia Nacional de California, en desacato al gobernador Gavin Newsom, y exigieron respeto por la Constitución. El evento coincidió con tres fechas simbólicas: el Día de la Bandera, el 250 aniversario del Ejército y el cumpleaños del expresidente.
En Los Ángeles, más de 20 mil personas se unieron a la movilización pacífica. Sin embargo, el escenario cambió drásticamente cuando la policía dispersó la protesta con gas lacrimógeno y proyectiles. Se declaró ilegal la concentración frente a un edificio federal, y se impuso un toque de queda a partir de las 8 de la noche.
Videos compartidos en redes sociales mostraron a policías a caballo cargando contra la multitud. Manifestantes y transeúntes huyeron del lugar, mientras otros ignoraban las órdenes de dispersión. El uso excesivo de la fuerza fue duramente criticado por defensores de derechos humanos.