El papa Francisco, de 88 años, fue ingresado este viernes en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli de Roma para someterse a exámenes médicos y continuar su tratamiento contra la bronquitis, una afección que le ha generado dificultades respiratorias en los últimos días.
El Vaticano informó que el pontífice acudió al hospital tras concluir sus audiencias matinales, entre ellas la reunión con el primer ministro eslovaco, Robert Fico. “Tiene un problema respiratorio crónico; el frío invernal le trae complicaciones”, explicó Sergio Rubin, biógrafo del papa Francisco.
Desde principios de febrero, el papa ha manifestado problemas de salud, describiendo su condición como un “fuerte resfriado” durante la audiencia general del pasado miércoles 5 de febrero.
A pesar de ello, mantuvo sus reuniones en la Casa Santa Marta para evitar traslados innecesarios. Sin embargo, la bronquitis empeoró y el Vaticano tomó la decisión de hospitalizarlo para optimizar su tratamiento.
Cancela su agenda de fin de semana
Como consecuencia de su ingreso, el papa canceló todos los compromisos programados para el fin de semana, incluyendo la misa del Jubileo de los Artistas y de la Cultura, prevista para el domingo 16 de febrero, que ahora será presidida por el cardenal José Tolentino de Mendonça. También se suspendió el encuentro con artistas programado para el lunes 17 en los estudios cinematográficos Cinecittà.
Esta es la cuarta vez que el papa Francisco es hospitalizado en el Policlínico Gemelli. En marzo de 2023, estuvo tres días internado por una neumonía aguda, y en junio del mismo año fue sometido a una operación de hernia abdominal. Además, en noviembre canceló su participación en la COP28 de Dubái debido a otra bronquitis, afección que lo obligó a reducir su actividad en diciembre y enero pasados.
A pesar de sus problemas de salud, el pontífice ha mantenido un ritmo de trabajo intenso. En septiembre de 2024 realizó el viaje más largo de su pontificado, visitando Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Indonesia y Singapur en un recorrido de 12 días. Sin embargo, su actual hospitalización podría llevar a un ajuste en su agenda para garantizar su recuperación.
El Vaticano no ha especificado cuánto tiempo permanecerá internado, pero aseguró que se trata de pruebas rutinarias y un tratamiento supervisado en un entorno hospitalario adecuado.