Los devastadores incendios forestales en el condado de Los Ángeles, California, han dejado al menos 10 personas fallecidas y más de 10,000 estructuras destruidas. Los bomberos trabajan incansablemente para controlar las llamas, avivadas por los vientos de Santa Ana, mientras las autoridades enfrentan retos adicionales como saqueos y mala calidad del aire.
Aumento de víctimas y áreas afectadas
La cifra de víctimas ha aumentado tras el reporte de dos nuevos fallecimientos el jueves, alcanzando un total de 10. Los incendios más devastadores, como el de Palisades y el de Eaton en Altadena, han destruido miles de viviendas y afectado más de 8 mil hectáreas, según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El incendio Sunset, que amenazaba áreas icónicas como el Paseo de la Fama de Hollywood y el parque Runyon Canyon, ya ha sido contenido. Sin embargo, un nuevo incendio, conocido como Kenneth, estalló el jueves cerca de la frontera con Ventura y rápidamente se extendió a 388 hectáreas, generando evacuaciones obligatorias.
Problemas adicionales: saqueos y toque de queda
Además de combatir las llamas, las autoridades enfrentan una ola de saqueos en las zonas evacuadas. El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que al menos 20 sospechosos han sido arrestados por robos en viviendas afectadas. Ante esta situación, el alguacil del condado, Robert Luna, anunció la implementación de un toque de queda desde las 18:00 hasta las 6:00 horas.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, prometió “tolerancia cero” para quienes intenten aprovecharse de la tragedia, y se espera el despliegue de 400 miembros de la Guardia Nacional para proteger las áreas afectadas.
Impacto en la calidad del aire y medidas preventivas
El humo generado por los incendios ha llevado la calidad del aire a niveles peligrosos, con un índice AQI superior a 160, considerado “insalubre”. Las autoridades han instado a los residentes a permanecer en interiores, mientras que escuelas y universidades han suspendido clases.
Apoyo federal y esperanzas de contención
El gobierno de Joe Biden ha ofrecido financiar completamente las acciones de emergencia en California, permitiendo al estado concentrarse en combatir los incendios sin preocuparse por los costos.
Las esperanzas de control se centran en la disminución de los vientos de Santa Ana, que han alcanzado ráfagas de hasta 160 km/h, complicando los esfuerzos de contención. Las alertas de bandeja roja continuarán al menos hasta el viernes.