Las autoridades de Islandia han declarado un estado de emergencia debido a la creciente actividad sísmica en la península de Reykjanes, en el suroeste del país. La región ha experimentado una serie de sismos en las últimas horas, lo que ha aumentado la preocupación sobre una posible erupción volcánica. Islandia es conocida por su alta actividad volcánica, con 33 sistemas volcánicos activos, el número más alto de Europa.
🚨🚨 #Alert#WATCH: Volcanic eruption begins near Iceland’s capital Reykjavík
The magma is now at a very shallow depth, eruption will happen in a couple of hours#Iceland #icelandvolcano #Icelandearthquake #IcelandNews #Earthquake #Grindavik #Iceland #earthquakes #eruption… pic.twitter.com/i77y8FwM8t— upuknews (@upuknews1) November 12, 2023
El viernes y sábado, se registraron alrededor de 500 movimientos telúricos en la región, incluyendo 14 de ellos con una magnitud superior a 4. Los signos sugieren un desplazamiento de magma significativo en la zona. Según el servicio meteorológico de Islandia, la cantidad de magma involucrada es considerablemente mayor que en las intrusiones de magma observadas en las erupciones del volcán Fagradalsfjall.
El escenario actual es similar al que precedió a la erupción del volcán en 2021, lo que sugiere que el magma podría tardar varios días en llegar a la superficie. Las autoridades han iniciado planes de evacuación preventiva para la ciudad de Grindavik, ubicada cerca de la zona sísmica. La Laguna Azul, un popular destino turístico de aguas termales geotérmicas, también ha sido cerrada por precaución.
A large and extensive fissure has emerged in various locations in and around #Grindavík in #Iceland due to magma intrusion. Photos taken at 16:30 on Friday at the southwest corner of Grindavík reveal a shadowy development within the town limits.
The fissure, previously known as… pic.twitter.com/6HWPO0qfly
— Volcaholic 🌋 (@volcaholic1) November 12, 2023
Este estado de emergencia representa la naturaleza volátil de Islandia, que se encuentra sobre la dorsal mesoatlántica, una grieta en el fondo del océano que separa las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. En los últimos años, la península de Reykjanes ha experimentado varias erupciones, aunque lejos de zonas pobladas.
La situación actual destaca la importancia de la preparación y la vigilancia constante de la actividad volcánica en Islandia. Las autoridades están tomando medidas para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes en caso de una erupción volcánica.