Hasta el momento y tras el hallazgo de nuevos cadáveres enterrados en un bosque, van más de 400 los presuntos miembros de una secta cristiana del sur de Kenia que fueron persuadidos para ayunar hasta morir y así encontrarse con Jesucristo.
De acuerdo a medios locales, la comisionada regional de policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha, confirmó que el número de muertos se sitúa ya en 403, mientras los rescatados con vida se mantienen en 95.
Asimismo, 613 personas han sido reportadas como desaparecidas y se han recogido cerca de 260 muestras de ADN de posibles familiares para averiguar la identidad de los muertos.
Las autoridades kenianas iniciaron la cuarta fase de exhumaciones de las tumbas y fosas comunes encontradas en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi.
Casi todos los cadáveres de la llamada “Masacre de Shakahola” han sido exhumados en ese bosque, de más de 320 hectáreas, mientras sólo unos pocos murieron en el hospital después de ser rescatados por la gravedad de su estado.
Cabe recordar que, el pasado 27 de junio, el patólogo jefe del Gobierno, Johansen Oduor, indicó que, de los 338 cuerpos examinados hasta esa fecha, 117 eran de menores y 201 de adultos, mientras que 20 se encontraban en un estado de descomposición demasiado avanzado para determinar la edad.
Las autopsias también evidenciaron que, los cuerpos mostraban signos de inanición, pero los de los menores mostraban estrangulamiento y asfixia.
Al menos 37 sospechosos han sido detenidos por estos hechos, y más de 20 permanecen en custodia policial, incluyendo el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie, el cual lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas).