En una ceremonia cargada de simbolismo y devoción, el arzobispo de Puebla, monseñor Víctor Sánchez Espinoza, presidió este domingo la misa de acción de gracias por el cierre del Año Jubilar 2025 en la Catedral de Puebla, marcando el fin de este período extraordinario de gracia y reconciliación que se extendió a lo largo del año.
Centenares de fieles llenaron el templo angelopolitano para participar en esta eucaristía, que incluyó el cierre solemne de la Puerta del Perdón, abierta desde el 29 de diciembre de 2024 y que permanecerá cerrada hasta dentro de 25 años, cuando se celebre el próximo Año Santo local.
Durante su homilía, monseñor Sánchez Espinoza enfatizó la importancia del Jubileo como un tiempo de renovación espiritual, conversión y esperanza, recordando el lema universal “Peregrinos de esperanza”. Invitó a los presentes a llevar los frutos de este año en su vida cotidiana, fomentando la reconciliación personal y social en un mundo marcado por desafíos.
El Año Jubilar en la Arquidiócesis de Puebla permitió a miles de católicos obtener la indulgencia plenaria al peregrinar a la Catedral y otros templos designados como lugares jubilares. Este cierre coincide con el fin del Jubileo universal convocado por la Iglesia Católica, que se extenderá hasta el 6 de enero de 2026 en Roma.
La celebración culminó con un ambiente de gratitud y oración, reforzando el compromiso de la comunidad católica poblana con los valores de fe, perdón y solidaridad.






