En un gesto de sensibilidad social, el gobernador Alejandro Armenta Mier anunció que el Gobierno del estado cubrirá al 100% los costos de alojamiento y alimentación en el albergue del Sistema Estatal DIF para las familias que acompañan a sus hijos internados en el Hospital del Niño Poblano (HNP).
La medida busca erradicar las precarias casas de campaña que se han proliferado en los alrededores del nosocomio, donde padres y madres acampan por falta de recursos.
Durante su conferencia matutina, Armenta giró instrucciones directas al director general del Sedif, Juan Carlos Valdez Zayas para que se absorba el pago de la cuota diaria de 40 pesos por noche en el albergue, así como el suministro de alimentos para quienes hacen guardia afuera del inmueble.
“Nosotros vamos a cubrir el 100% del albergue y la alimentación. Claro que los familiares que llevan a un niño a atenderse necesitan un lugar para descansar”, dijo.
La problemática ha sido recurrente en los últimos años, con reportes de familias de escasos recursos provenientes de comunidades lejanas, incluso de estados como Tlaxcala, Guerrero y Oaxaca, que optan por improvisadas viviendas de campaña para permanecer cerca de sus pacientes pediátricos.
Armenta destacó que esta iniciativa no solo responde a una percepción de indiferencia gubernamental, sino que promueve una atención humanista e integral.
“Debemos ser sensibles y no indiferentes; el gobierno está para atender a los vulnerables”, subrayó.
Como parte de las acciones complementarias, el gobernador solicitó a las secretarías de Salud y Bienestar, junto con el DIF, implementar un sistema de comunicación inmediata para informar a los familiares sobre la evolución de sus pacientes. Entre las propuestas se encuentra la instalación de pantallas en el albergue, similares a las usadas en clínicas, que mostrarían avisos en tiempo real y permitirían a los padres descansar sin perder contacto con el hospital. Además, instó a los delegados de los programas sociales a patrullar la zona nocturna para identificar y asistir a personas en situación de calle.
Con esta política, el Gobierno de Puebla reafirma su compromiso con la niñez vulnerable, evitando que la esperanza de una recuperación se vea empañada por la precariedad.




