El bloqueo que desde ayer por la tarde mantiene paralizado el tramo Acatzingo-Ciudad Mendoza de la autopista Puebla-Orizaba no solo ha provocado un colapso vial de más de 12 horas, sino que detonó un enfrentamiento político entre el líder campesino Antonio Valente Martínez Fuentes, “El Toñín”, y el secretario de Gobernación de Puebla, Samuel Aguilar Pala.
El cierre total inició la tarde del martes, cuando productores agrícolas de Puebla, Veracruz y Tlaxcala clausuraron ambos sentidos de la autopista a la altura de Palmar de Bravo y Quecholac, en protesta por reformas a la Ley General de Aguas. Tractores, neumáticos y barricadas encendidas fueron colocadas sobre la carpeta asfáltica, dejando varados a miles de vehículos particulares y de carga.
La mañana de este miércoles, Caminos y Puentes Federales (Capufe) confirmó que la vialidad sigue completamente cerrada en el kilómetro 185+100. Los desvíos obligatorios continúan en los kilómetros 181 (Francisco I. Madero) y 204 (Cuacnopalan), aunque Capufe aclaró que la carretera libre no está bajo su operación.
“El Toñín” irrumpe en el conflicto y lanza acusaciones
En medio del caos, “El Toñín” –quien ha sido señalado por administraciones anteriores como presunto líder delincuencial– reapareció como vocero de los productores y acusó al titular de la Secretaría de Gobernación de ejercer violencia de género contra su hija, Guadalupe Martínez Gerardo, alcaldesa de Quecholac.
El líder campesino también defendió las movilizaciones y cuestionó el actuar del Gobierno estatal frente a la inconformidad de los agricultores.
Gobernación responde y niega agresiones
El secretario Samuel Aguilar Pala negó de manera enfática las acusaciones y pidió no politizar la protesta, al tiempo que cuestionó la influencia de “El Toñín” en la región. Versiones extraoficiales señalan que Martínez Fuentes habría sido uno de los principales instigadores del bloqueo masivo, lo que llevó al funcionario a plantear públicamente la duda sobre “quién gobierna realmente Quecholac”.
Aguilar Pala advirtió que las autoridades no permitirán que intereses particulares mantengan tomada una de las principales vías de comunicación del país.
Afectaciones continúan sin resolución a la vista
Mientras el intercambio político escala, la autopista Puebla-Orizaba permanece cerrada. Conductores afectados reportan filas kilométricas, retrasos de varias horas y falta de información en tiempo real.
Guardia Nacional Carreteras mantiene presencia en el lugar, pero hasta ahora no hay un acuerdo que permita liberar la vía. Las autoridades recomiendan a los usuarios evitar la zona y utilizar rutas alternas, aunque estas también comienzan a congestionarse.


