El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, confirmó este lunes 1 de diciembre, el interés de la empresa filipina Manila Water Company en adquirir una participación mayoritaria en Concesiones Integrales SA de CV, conocida como Agua de Puebla, la concesionaria privada que opera el servicio de agua potable, drenaje y saneamiento en la capital y su zona metropolitana. Sin embargo, Armenta fue enfático al desmentir que exista una confirmación formal o transacción consumada por el 75% de las acciones, calificando los rumores como prematuros y sin sustento oficial.
En conferencia de prensa, el mandatario poblano respondió a las especulaciones que circularon en redes sociales y medios locales desde finales de noviembre, donde se anunciaba la supuesta compra del 74.85% del capital accionario por parte de la trasnacional asiática.
“Hasta este momento, no hay una confirmación del SOAPAP (Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla). No hay nada oficial sobre la compra del 75% de acciones de Agua de Puebla por la empresa filipina”, aseveró Armenta, reconociendo únicamente que “sí hay diálogo entre ambas firmas”.
El anuncio preliminar de Manila Water, divulgado el 14 de noviembre ante la Bolsa de Valores de Filipinas (PSE), generó revuelo al detallar un acuerdo vinculante para adquirir el 56.14% de las acciones de Creando Estructura y el 18.71% directo de Agua de Puebla, sumando así el controvertido 74.85%. La compañía filipina, filial del conglomerado JG Summit Holdings, propiedad de la influyente familia Gokongwei, justificó la movida como parte de su expansión en América Latina, destacando el potencial de la concesión de 30 años otorgada en 2013, que podría extenderse hasta 60 años.
Roberto Locsin, director de Operaciones de Negocios Internacionales de Manila Water, enfatizó en el comunicado que buscan “aportar valor y capacidades únicas” para impulsar el crecimiento de la empresa, que en 2024 suministró 245 millones de litros diarios a más de 1.5 millones de habitantes en la zona conurbada.
No obstante, Armenta subrayó la cautela del Gobierno estatal ante cualquier operación que involucre un servicio esencial como el agua, recordando las críticas históricas a la privatización impulsada en administraciones pasadas.
“Puebla vivió una etapa de concesiones que afectaron por intereses económicos los servicios de los poblanos”, lamentó el gobernador.
Al tiempo que anunció inversiones considerables del SOAPAP este año para garantizar el abasto. Además, descartó en el corto plazo la revocación de la concesión, estimando que su retiro costaría alrededor de 10 mil millones de pesos, equivalente al presupuesto del Museo Internacional del Barroco, pero insistió en que su administración “pondrá orden” y exhibirá cualquier “ineptitud” en el servicio.
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Mientras tanto, Agua de Puebla, dirigida actualmente por Jordi Bosch, quien se mantendría en el cargo bajo la nueva estructura, enfrenta presiones por incrementos tarifarios y quejas recurrentes sobre el suministro intermitente.
Armenta llamó a la concesionaria a “reconocer que no sirve” si persisten las fallas, priorizando el bienestar de la población sobre intereses económicos. El gobernador concluyó su intervención apelando a la transparencia.
“Garantizaremos que los ayuntamientos cumplan con su obligación de invertir en agua para la gente”, concluyó.




