El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, reafirmó su compromiso con la transparencia, la legalidad y la rendición de cuentas en torno al caso Accendo Banco, que involucra una inversión fallida de más de 604 millones de pesos durante el gobierno de Miguel Barbosa Huerta.
Durante su conferencia de prensa, Armenta fue enfático: “La amistad no es una capa protectora para la impunidad, lo digo con claridad”. Agregó que su administración no protegerá a nadie, sin importar afinidades personales o políticas.
El mandatario precisó que su gobierno no presentó la denuncia, pero sí dará seguimiento puntual a las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), con base en los principios de justicia y respeto al debido proceso. “Nosotros ni acusamos, ni protegemos, ni perseguimos. En Puebla no hay persecución, pero tampoco omisión”, subrayó.
El caso Accendo involucra a María Teresa Castro Corro, exsecretaria de Planeación y Finanzas, y a José Enrique Girón Zenil, exsubsecretario de Egresos, quienes fueron inhabilitados por 20 y 15 años, respectivamente, además de recibir multas por 362.9 y 241.9 millones de pesos como reparación del daño patrimonial.
Armenta recordó que los procedimientos contra exfuncionarios son muestra de que “nadie está por encima de la ley” y que los cargos públicos no son una carta para cometer irregularidades.
Asimismo, adelantó que la ley también se aplicará en otros casos, como el del exdirector del Cobaep, Jesús Zaldívar Benavides, investigado por peculado y desvío de recursos, y en los expedientes relacionados con el Conalep y el Museo Internacional del Barroco.
El gobernador enfatizó que su administración colaborará con los entes fiscalizadores y entregará toda la documentación requerida. “Quien administra tiene la obligación de tener toda la documentación que acredite el ejercicio del gasto. Nadie está por encima de la ley”, señaló.
Con ello, Armenta reafirmó su postura de cero impunidad y combate frontal a la corrupción, garantizando que la justicia en Puebla no tendrá excepciones ni colores partidistas.

 




 
                 
                 
                 
                