Con apoyo federal y estatal, el gobierno presentó una nueva etapa para la marca “Hecho en México”, ahora con la mira puesta en el campo mexicano, especialmente en Puebla. La intención es certificar productos agroalimentarios con altos estándares de calidad y conectar directamente al productor con los mercados.
Puebla, motor agroalimentario
Durante la presentación, Juan Carlos Natale López, coordinador del Corredor Económico del Bienestar Centro‑Golfo, resaltó el peso del sector agrícola en la economía poblana:
- $56,726 millones generados por el campo en lo que va de 2025
- Representa el 4.7% del PIB estatal
- Más de 250 mil empleos directos y 500 mil indirectos
Además, 116 municipios poblanos cuentan con productos con denominación de origen, lo que los posiciona para recibir certificaciones bajo el renovado sello “Hecho en México”.
De etiqueta nacional a plataforma global
El relanzamiento no es solo un rediseño institucional. Según Natale, se trata de una estrategia para posicionar a los productores mexicanos como protagonistas del desarrollo económico y cultural del país.
“Queremos que cada etiqueta ‘Hecho en México’ cuente una historia de trabajo digno, tradición y excelencia”, afirmó.
La iniciativa también contempla procesos de trazabilidad, buenas prácticas agrícolas y acompañamiento técnico, con el objetivo de abrir más puertas en mercados internacionales.
Más que una marca, una política pública
Los datos respaldan la apuesta:
- En 2022, el PIB agropecuario del estado fue de casi 30 mil millones de pesos
- Entre 2019 y 2022, la producción agrícola generó más de 53 mil millones de pesos
- En 2023, la cifra rebasó los $62 mil millones
El Gobierno estatal trabaja en conjunto con la federación para invertir, capacitar y visibilizar el valor del campo. Todo bajo un lema que lo resume todo.
“Hecho en México, hecho con orgullo poblano”, destacó.