La Clínica 15 del IMSS en Tehuacán, Puebla, vivió uno de sus fines de semana más críticos tras registrar un colapso operativo en el área de urgencias, donde varios pacientes fueron atendidos en el piso por falta de camillas, insumos médicos y personal suficiente. La situación fue documentada en fotografías y videos difundidos ampliamente en redes sociales, generando indignación entre usuarios y trabajadores del sector salud.
En las imágenes se observa a personas acostadas directamente en el suelo o sobre colchonetas improvisadas, mientras otras esperaban atención médica durante más de cuatro horas, sin acceso inmediato a servicios básicos. Testimonios de derechohabientes y personal médico señalan que la saturación de pacientes fue acompañada de carencias crónicas en insumos esenciales como jeringas, vendas, pañales, bolsas de colostomía y hasta equipos para electrocardiogramas.
Además de la escasez de materiales, el personal denunció deficiencias estructurales en la unidad médica, incluyendo goteras, fallas en el aire acondicionado de quirófanos y salas de hospitalización, y un ambiente extremo durante la temporada de calor, que ha obligado a médicos y enfermeros a llevar ventiladores personales para operar con condiciones mínimas de seguridad.
El IMSS niega todo
A pesar de la evidencia, la delegación del IMSS en Puebla negó categóricamente las deficiencias señaladas. En un comunicado oficial, el instituto afirmó que el servicio de urgencias opera las 24 horas del día y que las imágenes “no corresponden a pacientes atendidos en el piso”. También justificó que los “picos de demanda” por enfermedades estacionales pueden generar situaciones atípicas, pero que no se compromete la calidad de la atención.
No obstante, fue personal médico y administrativo de la propia Clínica 15 quien filtró las imágenes y expresó su inconformidad por la falta de respuesta tanto de las autoridades del IMSS como del sindicato, a quienes acusan de mantener una actitud de omisión ante condiciones laborales que llevan meses –incluso años– sin resolverse.
Derechohabientes también se sumaron a las críticas, afirmando que la calidad del servicio ha disminuido y que el trato del personal no siempre es adecuado. En algunos casos, los familiares han optado por retirar a sus enfermos para recibir atención privada, ante la falta de condiciones mínimas en el hospital.