Miles de mujeres en la ciudad de Puebla salieron a las calles a manifestarse en contra de la violencia feminicida, de género y la que ejercen instituciones como la Fiscalía General del Estado (FGE) al revictimizar a desaparecidas.
La capital del estado fue escenario de diversas protestas, comenzando por la de integrantes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, quienes se manifestaron en la FGE y después se dirigieron al zócalo de la ciudad para exigir justicia por el asesinato de Meztli Sarabia.
Madres buscadoras del colectivo Voz de los Desaparecidos también protestaron en la Fiscalía, donde realizaron una misa en honor a las personas desaparecidas. Al llegar al zócalo, su fundadora María Luisa Núñez Barojas agradeció a las personas que se sumaron a la marcha este #8M.
Un contingente más salió de “El Gallito”, un reconocido punto de reunión ubicado en el Paseo Bravo. Ahí, amigos y familiares de Cecilia Monzón se encontraron y portaron girasoles en memoria de la abogada y activista asesinada en mayo de 2022, e iniciaron su recorrido rumbo a la FGE.
A esta marcha la denominaron “Aquí estamos2 y en ella participaron colectivas feministas como REDefine Puebla y Red la Morada.
Así fue la marcha del Frente Feminista Radical
Otra de las protestas más concurridas fue la que encabezó el Frente Feminista Radical, que inició en la FGE con dirección a la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género.
En su recorrido sobre el bulevar Héroes del 5 de Mayo, el autonombrado Bloque Negro realizó pintas y rompió cristales en los paraderos de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), más conocido como metrobús.
Además, quemaron una venta en la Fiscalía Especializada, rompieron cristales del Teatro de la Ciudad, la Biblioteca Salvador Cruz Montalvo y el módulo de información turística, que se encuentran en el Palacio Municipal de Puebla.
¿Por qué pintan monumentos y rompen cristales?
Activistas y especialistas han señalado que la intervención a monumentos y edificios históricos, como la Catedral, el zócalo o el Palacio Municipal, en el caso de Puebla, es un acto político que responde a la idea de nación patriarcal que perpetua y justifica las violencias machistas y los feminicidios.