En vísperas de la celebración del miércoles de ceniza, el padre Juan Pablo Yañez Ortega, vicario de la parroquia de San Juan Bautista, informó sobre el significado y el proceso de elaboración de la ceniza que se impone en esta fecha.
“La ceniza es un recordatorio de la mortalidad y la necesidad de conversión”, destacó el sacerdote. “Aproximadamente el 75% de los fieles acuden a recibir la ceniza, que recibe una bendición especial durante la misa”.
La elaboración de la ceniza comienza días antes de la Cuaresma. Se utilizan palmas secas bendecidas en el domingo de ramos y vestimentas de algodón deterioradas que hayan sido utilizadas en celebraciones litúrgicas. Estos materiales se queman hasta obtener ceniza fina, que luego se humedece y se muele en un molcajete para obtener la consistencia adecuada.
El padre Yañez Ortega invitó a los fieles a participar activamente en las celebraciones de la Cuaresma y Semana Santa.
“El Miércoles de Ceniza es una jornada de reflexión, penitencia y ayuno”, destacó. “Es un tiempo para reflexionar sobre nuestra fe y renovar nuestro compromiso con la oración y la conversión”.
La Cuaresma es un período de preparación espiritual que culmina con la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Es un tiempo para reflexionar sobre nuestra fe y renovar nuestro compromiso con la oración y la conversión.