El Ingenio Calipam, ubicado en Coxcatlán, Puebla, se encuentra en una situación crítica que combina problemas financieros y laborales, poniendo en riesgo su operatividad y la estabilidad de sus trabajadores.
Tras meses de salarios adeudados y una huelga que ya supera los 16 días, el futuro de la empresa pende de un hilo, dependiendo de la concreción de un proceso de venta que podría evitar su declaración en quiebra total.
Avances del concurso mercantil
El concurso mercantil del Ingenio Calipam registra un avance del 80%, según las autoridades responsables. Durante una reunión en Casa Aguayo ayer jueves con representantes de los gobiernos estatal y federal, se confirmó que en los próximos cinco días llegará un síndico designado por el Gobierno federal para informar directamente a los trabajadores sobre el estado actual de la empresa y los pasos a seguir.
De concretarse la venta del ingenio, se abrirá un periodo de 30 días para que un inversionista interesado adquiera la empresa. Esto permitiría reactivar sus operaciones, principalmente la molienda de caña, y saldar las deudas pendientes con los trabajadores, comenzando desde cero.
Sin embargo, si no se encuentra un comprador, la empresa será declarada en quiebra total, lo que conllevaría al desmantelamiento de sus instalaciones para liquidar los adeudos laborales.
Conflicto laboral sin resolución
Mientras avanza el proceso mercantil, los trabajadores del ingenio han mantenido un paro laboral desde hace más de dos semanas. La causa principal es el adeudo de más de 3.5 millones de pesos en salarios atrasados, correspondiente a cinco meses de trabajo, que afecta directamente a 133 empleados. Además, existe una deuda acumulada de 27 millones de pesos en prestaciones, seguros de vida y antigüedad.
El sindicato de trabajadores, liderado por Narciso Cacho Rodríguez, ha sostenido reuniones con autoridades estatales y el propietario del ingenio, Francisco García González, exigiendo una solución inmediata.
Sin embargo, hasta ahora no se han logrado acuerdos definitivos, lo que ha incrementado la tensión entre los empleados, quienes califican la situación como “crítica”, ya que la mayoría de ellos tiene su empleo en el ingenio como única fuente de ingresos.
Ante la falta de respuestas concretas, los obreros han advertido que podrían recurrir a medidas de presión más drásticas, como el bloqueo de vialidades importantes, entre ellas la carretera Tehuacán-Teotitlán, con la finalidad captar la atención del Gobierno federal y visibilizar la gravedad de su situación.
Entre las propuestas para resolver esta crisis se encuentra la venta o renta de la empresa a un nuevo propietario que disponga de los recursos necesarios para liquidar los pagos pendientes y garantizar la continuidad operativa.
No obstante, el propietario actual ha argumentado la falta de recursos económicos como principal obstáculo para cumplir con estas demandas. Por su parte, las autoridades estatales han reiterado su compromiso de fungir como mediadoras en este conflicto, buscando una solución viable tanto para los trabajadores como para la empresa.
Empero, los retrasos en los acuerdos han generado desconfianza entre los obreros, quienes, en medio de la incertidumbre, exigen resultados concretos que garanticen el cumplimiento de sus derechos laborales.
Pilar económico de la región
El Ingenio Calipam ha sido históricamente un pilar económico en la región, generando empleo y contribuyendo al desarrollo local a través de la producción de azúcar.
Se prevé que su cierre o desmantelamiento tendría consecuencias devastadoras no solo para los trabajadores directamente afectados, sino también para las comunidades vecinas que dependen indirectamente de sus actividades.