La inseguridad en el estado de Puebla sigue al alza, como consecuencia directa del incremento de la actividad delictiva, sobresalen los feminicidios y los homicidios de servidores públicos, quienes han sido centro de ataques por parte de grupos criminales.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y de la Fiscalía General del Estado (FGE) –esta última obligada a crear fiscalías especializadas para la investigación y esclarecimiento de homicidios, trata de personas y de robo a unidades del transporte de carga–, indican que estos delitos en Puebla han tenido un aumento, principalmente en la capital, Zona Metropolitana y municipios de la Mixteca poblana, así como de las sierras Negra y Nororiental.
Tan solo en los últimos dos años, en el estado se ha presentado casi una decena de ataques a alcaldes, regidores y mandos policiacos.
Con el asesinato del regidor de Grupos Vulnerables y Equidad de Género de Acatlán de Osorio, Marco Antonio Mejía Martínez, el pasado fin de semana, se suman al más del centenar, en dos años, de hechos violentos contra servidores públicos.
En Puebla han sido asesinados casi una decena presidentes municipales que estaban en funciones o a punto de asumir el cargo, cinco exalcaldes y nueve regidores, además de mandos policiacos, como es el caso de la emboscada que, en mayo de 2022, sufrió el director de la Policía Municipal de Acatlán, Héctor García Álvarez, junto con su esposa e hijos, cuando circulaba en un vehículo particular.
En una revisión hemerográfica, se pone en evidencia un aumento en el número de agresiones contra servidores públicos, e incluso la del periodista y ex funcionario municipal de Tehuacán, Marco Aurelio Ramírez, del que aun cuando la Fiscalía General del Estado asegura que el caso está resuelto, aún faltan algunos de los autores por ser detenidos.