En el marco de los eventos que se realizan en la Feria Internacional del Libro 2014, y con el propósito de difundir la cultura arquitectónica de Puebla y la historia del inmueble que alberga a la entidad fiscalizadora local, la Auditoría Superior del Estado y El Colegio de Puebla, llevaron a cabo la presentación del libro “Edificio de la Auditoría Superior del Estado de Puebla, una puerta para la rendición de cuentas”.
El evento fue presidido por el Dr. David Villanueva Lomelí, Auditor Superior de la Auditoría Puebla, escritor y coordinador de la obra, y contó con la presencia del profesor Pedro Ángel Palou Pérez, del Dr. Miguel Ángel Pérez Maldonado y del poeta Mario Alberto Mejía, quienes comentaron la obra.
En su intervención, el profesor Palou realizó una reseña de las transformaciones que a lo largo del tiempo se han materializado en la institución responsable de la fiscalización superior en el estado. Asimismo, señaló que en este momento, recuperar la confianza de las instituciones es fundamental y para ello la rendición de cuentas como la transparencia son imperiosas y las deben atender todos los sectores sociales que convergen en ella y llevarla como práctica cotidiana; destacando la vocación de servicio a los ciudadanos como lo ha hecho el Auditor Superior del Estado.
De igual forma, el Dr. Miguel Pérez Maldonado comentó que en este libro se demuestra el interés por rescatar la historia y sobretodo difundirla; además, reconoció que David Villanueva, demuestra los dos sentidos de contar, contar los números y contar la historia del inmueble que hoy es sede de la Auditoría Superior del Estado de Puebla.
El poeta Mario Alberto Mejía destacó que todo edificio está lleno de símbolos y en ello se encuentran semejanzas entre las actividades del pasado y las actuales. Además, relató que es curioso que detrás del relato minucioso que hizo para nosotros el Dr. David Villanueva, hay un microcosmos en el que caben los nombres que tuvo la propiedad en los distintos momentos, los nombres de los antiguos propietarios y hasta las calles en las que respiraba.
Al dirigir su mensaje a los presentes, el Dr. David Villanueva Lomelí expresó su satisfacción por presentar una obra dedicada a un tesoro arquitectónico vivo, el edificio de la Auditoría Superior del Estado de Puebla. Señaló que al participar como coautor de dicha obra, tuvo la oportunidad de descubrir la historia, los rincones y la esencia del edificio, para valorar el espacio en el cual los funcionarios de la Auditoría Puebla desempeñan diariamente sus funciones.
De igual manera, señaló que el edificio fue construido en el periodo 1906-1909, funcionando especialmente con fines religiosos hasta el año 1991 y precisó que su extraordinaria arquitectura afrancesada y ecléctica porfiriana se conserva en perfectas condiciones, razón por la cual, surgió la iniciativa de realizar este libro que narre la historia del edificio, acompañada de imágenes excepcionales que muestran lo mejor de la arquitectura poblana.
Finalmente, el Dr. David Villanueva Lomelí indicó que a 190 años de que por primera vez se contara en nuestro país con una institución dedicada a la fiscalización superior, la Auditoría Puebla realiza esta publicación con el fin de conservar en una obra literaria las imágenes, textos y relatos de un edificio con más de cien años de antigüedad, que permite recordar diversas etapas de Puebla, a la par de reflejar las transformaciones que se han generado a lo largo de los años en fiscalización superior y rendición de cuentas.
El libro «Edificio de la Auditoría Superior del Estado de Puebla: Una puerta para la rendición de cuentas», se divide en tres grandes capítulos:
• Antiguos propietarios del inmueble.
• Descripción arquitectónica. Antiguo Convento de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús (1909-1991).
• Visión prospectiva. Modernizar para el futuro.
Entre los datos interesantes del edificio destacan que en el año 2001, el Gobierno del Estado adquirió dos inmuebles en la Calle 5 Sur a la Sociedad Religiosa “Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús de México”. Asimismo, durante el año 2012, el Gobierno del Estado donó los inmuebles, con lo cual se hizo posible la modernización de las instalaciones.