Lady Gaga regresó a México con su imponente gira The Mayhem Ball, dejando una huella imborrable en el Estadio GNP Seguros (antes Foro Sol) ante más de 65 mil fans. La Mother Monster ofreció un espectáculo vibrante y emotivo que combinó su característico estilo gótico, teatralidad musical y un poderoso mensaje de inclusión para la comunidad LGBTI+.
Vestida con su icónico vestido rojo, Lady Gaga abrió la noche al ritmo de Bloody Mary, sumergiendo al público en un viaje que fusionó lo oscuro y lo electrónico. Canciones como Abracadabra, Poker Face, Bad Romance y Shallow formaron parte del repertorio de 22 temas que la artista interpretó con una energía inagotable.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando Gaga, ondeando una bandera de México, dedicó unas emotivas palabras en español fluido a sus Little Monsters:
“A todos mis hermosos y pequeños monstruitos: esta noche es un honor estar aquí. Han pasado 13 años desde la última vez que estuve aquí y espero que vean que he trabajado duro para demostrar cuánto los admiro y respeto”, dijo antes de interpretar Alejandro, uno de los temas favoritos del público mexicano.
El concierto, dividido en cinco actos, transformó el estadio en un auténtico teatro gótico, con elaborados cambios de vestuario, efectos visuales y un despliegue artístico que reafirma a Gaga como uno de los íconos más grandes de la cultura pop mundial.
Desde su apertura con “Bloody Mary” hasta el emotivo cierre con “Bad Romance”, Lady Gaga no solo mostró su evolución artística con el álbum Mayhem, sino que también consolidó su conexión profunda con su audiencia, especialmente con aquellos que ven en ella un símbolo de libertad, confianza y aceptación.
El fervor fue tal que los fanáticos, muchos de ellos vestidos con atuendos inspirados en su ídola, no dejaron de cantar, gritar y levantar la icónica garra del monstruo, símbolo del poder de la comunidad que Gaga ha formado alrededor del mundo.